Seis muertos en choques entre rusos y rumanos en Moldavia
AGENCIAS La policía moldava se enfrentó ayer con separatistas de las minorías rusa y cosaca, con el resultado de seis muertos, cuatro de ellos cosacos. El Ministerio del Interior de esta república de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), en pleno clima prebélico, informó que unos 600 guardias separatistas, apoyados por 17 vehículos blindados, atacaron posiciones de las fuerzas de seguridad horas antes de que venciera (a las seis de la tarde) el ultimátum para que entregaran las armas.
El Gobierno moldavo, que representa a la mayoría rumana de la república, lanzó el domingo un ultimátum de 48 horas a los separatistas del Transdniéster -concluyó ayer a las seis de la tarde- para que entregasen todas sus armas, y amenazó con tomar "las medidas necesarias si se niegan a hacerlo".
Los enfrentamientos cesaron una hora después y se llegó a un acuerdo de alto el fuego en el que ambas partes proclamaron su intención de abrir negociaciones y resolver "por la vía pacífica" los conflictos de la región.
Negociaciones
Grigori Marakoutsa, presidente del Parlamento de la región separatista, afirmó que la autoproclamada República de Dniestr "acepta la apertura de negociaciones con mediación extranjera" y, según informa France Press, presentará a las autoridades moldavas "propuestas para resolver el conflicto".
Al menos 22 personas han muerto en lo que va de mes en los choques entre la mayoría rumana y la minoría rusa de la república de Moldavia, que tiene frontera con Rumania.
El Parlamento moldavo se reunió a puerta cerrada, y radio Bucarest difundió que el presidente moldavo, Mircea Snegur, ha presentado a los diputados un conjunto de medidas para hacer frente a la situación.
La televisión de la CEI dijo que Borís Pyankov, vicecomandante en jefe de las Fuerzas Armadas de la CEI, se ha trasladado a Tiráspol, capital del Transdniéster, para mantener conversaciones con los líderes de la población rusohablante.
Por otro lado, Cyrus Vance, enviado especial de las Naciones Unidas, se trasladó ayer a la república de Azerbaiyán para tratar de hallar una solución al sangriento conflicto que enfrenta a esa república con Armenia en torno a la región en disputa de Nargorni Karabaj.
Cyrus Vance ha sido enviado a la zona por el secretario general de la organización internacional, Butros Gali, ante el temor de que el conflicto se extienda a otros países.
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