Guerra sucia
La trascendencia de las elecciones primarias que se celebran hoy en Illinois (donde se eligen 164 delegados demócratas y 85 republicanos) y Michigan (131 demócratas y 72 republicanos) ha provocado que la guerra sucia entre los cuatro principales candidatos a la designación de los dos grandes partidos alcance su punto culminante.Al ser Estados con una fuerte industria, particularmente del automóvil, parte de esa campaña negativa entre los republicanos está relacionada con los coches y con la competencia extranjera.
Los anuncios del presidente, George Bush, acusan a Pat Buchanan (que viene capitalizando el voto de castigo a su gestión en la Casa Blanca) de haberse comprado un Mercedes Benz, a pesar de enarbolar continuamente la bandera del compre productos norteamericanos. Por su parte, el comentarista conservador asegura que algunos de los integrantes del equipo de campaña del presidente están registrados en los archivos del Departamento de Justicia norteamericano como agentes al servicio de Japón.
El candidato demócrata Bill Clinton acusa a su rival Paul Tsongas de ser partidario de la construcción de más centrales nucleares, mientras que éste le recuerda al gobernador de Arkansas que su Estado es el último del país en cuanto al cuidado del medio ambiente.
El tercero en discordia entre los demócratas, Jerry Brown, que podría encontrar cierto apoyo entre algunos sindicatos de Illinois y Michigan, critica a sus dos contrincantes por apoyar la Firma del tratado de libre comercio con México, lo que, según él, supondría una sería amenaza para la mano de obra norteamericana.
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