"No tenemos ambiciones expansionistas en la CEI"
Erdal Inonu, de 66 años parece, en su apariencia y modales, todo lo contrario de un político de oficio, pese a sus antecedentes familiares. Su padre fue Ismet Inonu presidente y, sobre todo, amigo e íntimo colaborador de Atatürk, fundador de la Turquía moderna. Los sepulcros de ambos estadistas son ahora vecinos en piedra en el monumental mausoleo erigido en una colina de Ankara.El líder socialdemócrata llegó en 1983 a la política desde las aulas y los laboratorios de investigación (es un físico reputado), apenas los militares golpistas de 1980 abrieron un poco la mano. Su entrada en el Gobierno, junto a Demirel, es, para muchos turcos, la prueba de que la transición a la democracia está en su etapa final.
Inonu, que se encuentra en Madrid para asistir a la reunión de la Internacional Socialista, dice que la cohabitación con Demirel (teórico rival ideológico) funciona en total armonía gracias a un acuerdo previo de programa. No ocurre lo mismo con el presidente, Turgut Ozal, cuyo partido -conservador, aunque rival del de Demirel- perdió el poder en octubre. "Antes de los comicios dijo que no podía ser imparcial", recuerda Inonu. "Y ahora actúa como un dirigente de la oposición". Sin embargo, los dos partidos en el Gobierno no reúnen por sí solos la mayoría de dos tercios necesaria para derribar al presidente, y los integristas de Necmetin Erbakan ponen un precio demasiado alto a su apoyo.
El viceprimer ministro sostiene que, pese a los desaires de la CE que cierra la puerta a Turquía mientras la abre a Austria o los países nórdicos, su país no cambia su vocación europea ni altera el principal objetivo de su política exterior: formar parte de la Europa comunitaria. Pragmático hasta el exceso, reconoce que Occidente tiene deudas con Turquía (la última con ocasión de la guerra del Golfo), pero recuerda que "los asuntos de Estado hay que llevarlos con lógica, no con sentimientos"
Garantía de estabilidad
"Europa no puede prescindir de Turquía", afirma. "Ocupa una posición privilegiada. Aporta su estabilidad y su capacidad para contribuir a estabilizar la zona, particularmente las repúblicas musulmanas de la CEI". Ankara ha reconocido a los Estados surgidos de las ruinas de la URSS, excepto Armenia (pendiente de que Yereván reconozca la integridad territorial de la Turquía actual) y Georgia (a causa de la reciente lucha por el poder).En Bakú, Bishkek o Alma Atá, no es raro encontrar retratos de Atatürk en los despachos de los dirigentes políticos. Lo turco -en cinco de las seis repúblicas musulmanes se hablan lenguas directamente emparentadas con la que se habla en Turquía- es la seña común de identidad, que Inonu defiende, aunque, según declara, sin segundas ambiciones. "El modelo político de Atatürk es claramente antiexpansionista", indica, "pero puede haber un espacio turcófono, como lo hay francófono o hispánico, y nosotros podemos y debemos reforzar los lazos culturales, promover el desarrollo económico y social y la economía de mercado, reforzar el laicismo y, sobre todo, apoyar la democratización. Para desarrollar la mayoría de esos objetivos necesitamos ayuda de la CE".
Respecto al problema kurdo (más de 3.000 muertos desde que los separatistas del PKK lanzasen en 1984 su última ofensiva), Inonu muestra una posición más intransigente que cuando estaba en la oposición. Defiende, eso sí, el reconocimiento de derechos culturales y democráticos, incluso la descentralización. Pero no admite siquiera la autonomía.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.