Obiols, Maragall y Serra exponen a Felipe González sus proyectos para el futuro de Cataluña

Los tres hombres clave del socialismo catalán, Raimon Obiols, Pasqual Maragall y Narcís Serra, expusieron ayer en el palacio de la Moncloa al presidente del Gobierno, Felipe González, el proyecto que su partido pretende aplicar en Cataluña después de las elecciones autonómicas y le pidieron apoyo para los aspectos del mismo que dependan de la Administración central. Este proyecto consiste, en síntesis, en convertir a Cataluña en "el gran centro logístico" del arco occidental mediterráneo, y a Barcelona en una plaza financiera de relieve en la Europa del mercado único.

En su calidad de candidato a la presidencia de la Generalitat, Obiols garantizó a González que, si el PSC accede a responsabilidades de gobierno en Cataluña, establecerá relaciones de "lealtad y exigencia mutuas". Según explicó el candidato socialista al término del encuentro, González demostró una "gran receptividad" a sus planteamientos.Para llevar a cabo su proyecto, Obiols y Maragall piden al Gobierno que continúe las inversiones en infraestructuras iniciada en Cataluña a raíz de los Juegos Olímpicos. En particular reclaman que el ancho europeo de vía férrea y el tren de alta velocidad lleguen a Barcelona. Piden la potenciación del puerto y del aeropuerto, y proponen algunas medidas de política económica que favorezcan a la industria catalana, como un descenso de los tipos de interés bancario y una depreciación de la peseta.

La otra reclamación que formulan se refiere a la candidatura de Barcelona como sede del futuro banco central europeo, el Eurofed. En este caso, Maragall se propone conseguir una movilización de los resortes diplomáticos y políticos españoles al máximo nivel, como sucedió con la candidatura olímpica de Barcelona.

Obiols insistió ayer en Madrid en que estos proyectos son "del máximo interés para la economía española" en el momento de adaptarse en condiciones de competitividad al mercado único europeo.

Obiols y Maragall están absolutamente decididos a aplicar sus proyectos para Cataluña. Los han puesto en marcha desde el Ayuntamiento de Barcelona, que ya gobiernan. Cuentan con el apoyo del Gobierno, en el que Serra constituye su valedor, y ahora aspiran a alcanzar la tercera posición de poder que les permitiría dar una mayor coordinación y fuerza a sus iniciativas. Por ello, Obiols reiteró ayer su disposición a pactar con los nacionalistas de CiU si éstos pierden la mayoría absoluta, y aseguré: "González está en sintonía total con las previsiones de acuerdos poselectorales que nosotros hacernos".

Estas previsiones son muy abiertas, reiteró, pues sólo se excluye un pacto con el PP por razones obvias. Las condiciones para que haya acuerdos con CiU, y eventualmente con otros partidos, fueron enunciadas así por Obiols a los periodistas: "Que sea un acuerdo estable -es decir, que dure una legislatura por lo menos- y que sea en base a los programas". Menos, imposible. En contra de lo que propugnaba hace cuatro años, Obiols se negó ayer a excluir un acuerdo con CiU en el que el PSC fuera la fuerza con menos peso parlamentario.

El fin del acuerdo sería conseguir una situación política en la que se asegure la colaboración entre los dos palacios de la plaza de Sant Jaume. "Esto convertiría a Cataluña y Barcelona en una fuerza imparable, en un motor de una capacidad de arrastre de primera magnitud en Europa, de la que España entera se beneficiaria".

González paseó con Obiols por los jardines del complejo de La Moncloa a la vista de los fotógrafos. Luego almorzó con el vicepresidente del Gobierno -Narcís Serra-, el alcalde de Barcelona -Pasqual Maragall- y el candidato del PSC -Raimon Obiols- La escena es fácilmente imaginable como el pressing de tres catalanes a un amigo andaluz, aunque Obiols destacó a la salida que había expuesto a González "exactamente el mismo proyecto y las mismas posiciones" que defiende en la campaña. Entre ellas destacó que piensa ser inflexible en la defensa de los intereses de Cataluña si alcanza el gobierno.