Rusia desarrollará nuevos sistemas de armas atómicas mientras lo haga EE UU

Mijail Bazhánov, presidente del Comité Estatal de Reconversión, dependiente de la Presidencia de Rusia, descarta la intervención directa de técnicos extranjeros en el desmantelamiento de las armas nucleares de la ex URSS. "Sólo nuestros científicos pueden hacer ese trabajo", afirma. Éstos, además, se podrán dedicar todos a la tarea si las demás potencias nucleares dejan de desarrollar nuevas armas, "porque si los norteamericanos siguen ideando nuevos sistemas, nosotros haremos lo mismo".

El Comité de Reconversión ha sido el encargado de estudiar el proceso de desmantelamiento de la parte del arsenal nuclear que debe ser eliminado en cumplimiento de los acuerdos alcanzados con Estados Unidos y, según su presidente, ha llegado a la conclusión de que se trata de una tarea "sumamente complicada" que deben afrontar "los mismos técnicos" que las han producido. "Se ha utilizado el trabajo de mucha gente y se ha gastado mucho dinero para crear las armas, y ahora se va a necesitar más gente y más dinero para destruirlas", afirma.Queda por tanto aún lejos la puesta en marcha de un plan de desmantelamiento. "Todo esto" ' explica Bazhánov, "debe hacerse paralelamente en Rusia y Estados Unidos. Un comité conjunto ha de ocuparse del problema, pero el proceso va a ser muy largo por las enormes dificultades técnicas que se presentan. No ha desaparecido tampoco una cierta desconfianza recíproca, pero creo que esto se resolverá".

En una primera fase considera que podría llegarse al acuerdo de almacenar las ojivas, una vez separadas de su sistema de lanzamiento, en depósitos especiales "en los que lo fundamental sería establecer un sistema de seguridad que impidiera el acceso". La siguiente fase es la del desmantelamiento de la bomba propiamente dicho, una tarea "que permitirá ocupar a los científicos nucleares en proyectos interesantes y mantener el alto nivel social que se merecen". El siguiente problema será qué hacer con los materiales radiactivos extraídos. "No es posible utilizarlos en reactores civiles, y su almacenamiento acarrea graves peligros ecológicos", afirma Bazhánov.

Ante el temor que muestra Occidente por la posibilidad de que algunos de los dos millares de científicos nucleares rusos poseedores de conocimientos secretos trabajaran para países ansiosos de poseer bombas atómicas, Bazhánov hace algunas consideraciones: "Una o dos personas, por muy alta cualificación que tengan, no pueden construir el arma nuclear". ¿Pero si un determinado país ya ha avanzado lo suficiente como para necesitar sólo buenos diseñadores de la bomba? "Incluso en ese caso", responde, "no es fácil encajar tecnologías desarrolladas separadamente".

Seguridad total

Sobre las informaciones que atribuyen falta de seguridad al control del arsenal nuclear ex soviético, el presidente del Comité de Reconversión se muestra tajante: "No ha habido ningún caso de robo. Pero incluso si llegara a haberlo, la posibilidad de utilizar la bomba sería prácticamente nula porque el que pretendiera usarla debería conocer una serie de códigos a los que no puede tener acceso". También rechaza que el mantenimiento de las ojivas sea inadecuado. "El control en Rusia es muy severo, más que en Estados Unidos".

En este punto, Bazhánov se refiere a la existencia de "una campaña organizada por la CIA" sobre la inseguridad del arsenal ruso, con la que "se pretende concluir que es necesario controlarlo". Y lanza una pulla: "Ellos se preocupan mucho de la fuga de cerebros aquí pero, dicho sea entre paréntesis, a un científico norteamericano le es más fácil salir, y el dinero es igual en todas partes".