La policía de Francia sospecha que 20 curas vascos franceses colaboran con ETA

La detención de Frantxua Garat, párroco de la localidad de Espelette (Francia), en enero pasado, ha permitido a la policía francesa confirmar la existencia de sólidos lazos entre parte del clero vascofrancés y ETA. La policía gala ha identificado a unos 20 sacerdotes próximos a las tesis de los terroristas, según informó ayer el diario Le Figaro.Michel Idiart, actual párroco de Sare, es, según dicho diario, uno de esos "curas que bendicen a ETA". Idiart fue detenido hace dos años como presunto intermediario en el rescate de un industrial español secuestrado por ETA, pero la policía francesa nunca pudo probar su vinculación con el secuestro. Buena parte de los 150 curas que trabajan en el País Vasco-Francés han colaborado alguna vez con etarras o con activistas de Iparretarrak, el "primo" francés de ETA. ,

El sector más activista de este clero, según fuentes policialescitadas por Le Figaro, es el identificado con la asociación Herriakerin (Con el pueblo), fundada en 1979, y a la que pertenecen, entre otros, Idiart y Garat, así como el abad Martin Carrere, de Arbonne. El lema de este último, según el rotativo francés, es: "Ser bueno es abrir los brazos y cerrar los ojos". En la época de los atentados de los GAL, Carrere albergó en su presbiterio a activistas de ETA, como antes había pasado en el templo de Idaux-Mendi, cerca de Mauléon.

La primera prueba de la existencia de lazos entre el clero vasco-francés y ETA procede de 1970, cuando el consul general, de la RFA en San Sebastián fue secuestrado en el presbiterio de Montory, con la aprobación del responsable del lugar.

Los curas próximos a ETA piensan que las actividades de Iparretarrak son, por ahora, inoportunas, ya que creen que el País Vasco-Francés debe ser un "santuario" para ETA. No obstante, durante los siete años que duró la persecución de Philippe Bidart, dirigente de Iparretarrak, la policía francesa sospechó que se escondía en la abadía benedictina de Belloc, registrada sin éxito en 1987. Tres años después, la policía halló en Belloc al novicio Philippe Saez, miembro del comando francés de ETA.