España, un hueso duro de roer
Suecia considera que España es un "hueso duro de roer" a la hora de negociar la entrada en la Comunidad Europea (CE). El Gobierno de Felipe González se ha puesto al frente de los países surenos que exigen del centro y norte de Europa una mayor aportación a los fondos estructurales comunitarios destinados a desarrollar las regiones más desfavorecidas, con objeto de lograr una mayor igualdad en las condiciones de vida de los ciudadanos europeos."España nos considera un país netamente aportador y se niega a que parte de esos fondos estructurales se destinen a mantener los subsidios de nuestra población del Norte", señala Anderri Olander, director del departamento comercial del Ministerio de Exteriores sueco.
Tanto la industria como la agricultura o la vida en general de los escasos habitantes del norte de Suecia están fuertemente subvencionadas para evitar que emigren al Sur y la zona se quede despoblada. El clima, con temperaturas extremas que llegan a los 30 grados bajo cero y que durante el invierno reduce las horas de luz solar a casi cero, es el peor enemigo,de estas gentes.Sin embargo, aunque en Madrid se acoge con simpatía la entrada en la CE de los países nórdicos, ya que en cierta medida servirá para contrarrestar el peso del centro, la, petición sueca es calificada de "descabellada" por fuentes diplomáticas. "Es difícil creer que el Gobierno español pueda aceptar que parte de los fondos estructurales se destinen a subvencionar a unas personas cuyo nivel de vida es muy superior al de un campesino gallego, castellano o extremeño. Sería problemático justificar que el sueco necesita seguir cambiando de Volvo cada dos años, cuando el español, si tiene coche, lo cambia cada 10", añaden.
Negociación
Una delegación del Ministerio de Exteriores sueco tiene previsto trasladarse próximamente a Madrid para tratar de encontrar una "fórmula" que permita superar este escollo. La negociación formal para el ingreso no se espera que empiece hasta primeros del año próximo, una vez que Bruselas antincie la lista de candidatos aprobados para convertirse en nuevos miembros de la CE. Sin embargo, la vehemencia con que Suecia y España defienden posturas encontradas ha llevado a Estocolmo a adelantarse a Bruselas para tratar de suavizar las diferencias con Madrid. "Nosotros no podemos abandonar a nuestra población del Norte. De una manera o de otra, tenemos que continuar facilitándoles la vida allí", destaca Olander.
De momento, ambos Gobiernos reconocen que tienen "muy buenas relaciones bilaterales".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.