50.000 hombres de buena voluntad

La ONU ha desplegado decenas de miles de cascos azules en todo el mundo desde que, en 1947, se constituyó el Comité Especial de los Balcanes para observar las infiltraciones extranjeras en la guerra civil griega. En la actualidad hay, incluida la misión camboyana aprobada ayer, algo más de 50.000 mediadores de las Naciones Unidas en 13 áreas conflictivas del mundo, el mayor número desplegado hasta la fecha en 44 años de patrulla de puntos calientes en el globo.Esos hombres de buena voluntad estarán desplegados este año en un mundo también dividido en este aspecto, con un par de excepciones, entre norte y sur: norte rico financiador y proveedor de tropas, y sur pobre receptor de mediadores en conflictos de variada índole, desde guerras convencionales con precario alto el fuego a retirada de tropas, pasando por la tutela de acuerdos entre naciones o el control de zonas desmilitarizadas.

Camboya y Yugoslavia son los países en los que las fuerzas protectoras de las Naciones Unidas tendrán este año los más nutridos contingentes: 14.000 en el país mediterráneo procedentes de una treintena de naciones y 21.600 en el asiático, llegados de más de 20 países. En ambos casos esas cifras son la suma de los cascos azules propiamente dichos, soldados que cambian sus boinas o cascos por otros con el celeste de las Naciones Unidas, y personal de apoyo logístico, jurídico o policial. En Camboya habrá del orden de 16.000 soldados.

Enviados epañoles

España tiene cascos azules en El Salvador y Angola: 138 oficiales de las Fuerzas Armadas y medio centenar de policías y guardias civiles en el país centroamericano y 15 militares en el africano encargados, junto a otros 600 mediadores de la ONU, de velar por el alto el fuego entre la guerrilla de UNITA y el Gobierno.

Las misiones de la ONU han subido espectacularmente en los últimos cuatro años, hasta casi doblar las de los 40 años anteriores, y en la sede neoyorquina de la organización existe la convicción de que va el número va a seguir creciendo.