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LAS HUELGAS DEL TRANSPORTE

"El taxi tardará 25 minutos, ¿le interesa?"

Ana Alfageme

"El coche tardará 25 minutos, ¿le interesa?", dice la chica de Radio Taxi Independiente con cara de paciencia al comunicante del Barclays Bank en la avenida de Brasil. Desde el banco, al otro lado de la línea telefónica, dicen que sí, que esperarán. El reloj no marca todavía las 14.30. Las tres telefonistas que atienden las 25 líneas de la centralita no dan abasto para responder. Las dos que hablan con los taxistas tardan en conseguir que se decidan a prestar un servicio. A pesar de todo, desde las seis hasta las nueve de la mañana es peor. No hay manera de comunicar."Nunca hemos tenido a la gente tanto tiempo esperando por un taxi; hasta media hora", comenta Mari Carmen, una de las telefonistas. "Y es que, aunque el taxista esté a 200 metros, no puede llegar a su destino. Está en un atasco haciendo un crucígrama", comenta otra compañera. Dice que más de la mitad de los conductores se encuentran con que el cliente se ha marchado. "La gente llama a todas las emisoras y se suben al primer coche que llega".

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Las dos tienen que aguantar estos días los improperios de taxistas y clientes que se quedan sin viajero o sin coche.

Pedidos anulados

El martes, primera jornada de la nueva huelga simultánea de metro y autobús, las cinco empleadas de Radio Taxi Independiente, que controlan 900 taxis, trabajaron como nunca, pero sacaron poco rendimiento. Mandaron 2.368 taxis, y tuvieron que anular 188 pedidos porque al cliente no le interesaba esperar tanto, por falta de coches en la zona o porque el taxista no se decidía a ir. Otro martes cualquiera sirvieron a más gente: 2.563, y sólo anularon un centenar de solicitudes. "La huelga no le viene bien a nadie", comenta Paco Sánchez, vicepresidente de la cooperativa.

"Así, ni ustedes encuentran a los taxis ni nosotros encontramos a los clientes", decía ayer un taxista malhumorado, parado entre los coches. Dice que el atasco tiene la culpa de que los 15.500 taxis que tiene Madrid no se vean. Por el centro, la gente se sube inmediatamente a los coches que quedan libres. Algunos encienden la luz verde antes de llegar a destino, porque los clientes, hartos, se bajan. Los taxistas hacen un cálculo sencillo para explicar que con el atasco pierden dinero. Cada hora que están parados o circulando a paso de tortuga ganan 1.400 pesetas. Pero si se mueven ligeros se llevan el doble.

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Otros se quejan de que hay menos trabajo. Un taxista calvo mata el tiempo pelando una manzana en la parada que está enfrente del teatro Real. "Un desastre. Desde las siete de la mañana hasta ahora (son las 10.30) he hecho dos servicios. Y mire cómo está ahora esto". Hay cinco taxis agolpados. Pedro Bravo, de Radioteléfono Taxi, dice que se trabaja menos. Este fin de mes -"que siempre se nota"- la gente se ha gastado mucho dinero en el taxi con tanta huelga.

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Sobre la firma

Ana Alfageme
Es reportera de El País Semanal. Sus intereses profesionales giran en torno a los derechos sociales, la salud, el feminismo y la cultura. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora jefa de Madrid, Proyectos Especiales y Redes Sociales. Ejerció como médica antes de ingresar en el Máster de Periodismo de la UAM y EL PAÍS.

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