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El Gobierno se reserva la decision última sobre los servicios mínimos en la nueva ley de huelga

El Gobierno enviará al Parlamento el proyecto de ley de huelga en las próximas semanas. El ministro de Trabajo, Luis Martínez Noval, anunció ayer, en los pasillos del Senado, la característica básica de este proyecto: será el Gobierno quien decida, en última instancia, los servicios mínimos de cada huelga. Esta potestad, según el ministro, no se opone sino que complementa la autorregulación de la huelga, tanto si ésta la deciden sólo los sindicatos como si éstos la pactan con los empresarios.

El Gobierno considera que la fijación última de los servicios mínimos de las huelgas es "una potestad innegociable e irrenunciable", según anunció ayer Luis Martínez Noval. La idea que recogerá el proyecto de ley, según el ministro, es que el Gobierno aprobará o ampliará los servicios mínimos que se autoimpongan los sindicatos o que pacten las centrales con los empresarios.El titular de Trabajo justificó esta "potestad última" en las "sucesivas y reiteradas sentencias del Tribunal Constitucional que dan a la autoridad gubernativa la capacidad de fijar esos servicios mínimos, así como la de dar por buenos los que fije la autorregulación de las huelgas".

Martínez Noval aseguró que su "voluntad" es "discutir el proyecto con los agentes sociales". El principal motivo de esta disposición es, según dijo el ministro, que "una ley es tanto más eficaz cuanto mayor es el acuerdo y apoyo que tenga de los interlocutores sociales". Con todo, Martínez Noval aclaró que esa voluntad de diálogo "no significa que los interlocutores sociales tengan una suerte de derecho de veto en relación con una norma concreta". Por este motivo, añadió, "el Gobierno deberá llevar adelante el proyecto con o sin acuerdo".

Bajo control

El proyecto de ley de huelga ya ha empezado a discutirse en el seno del Consejo de Ministros, por lo que, según Luis Martínez Noval, estará listo para ser enviado al Parlamento en las próximas semanas. Este proyecto distingue entre la autorregulación que deciden sólo los sindicatos y la que pactan con la empresa, pero obliga a ambas a pasar por el control gubernamental.

Martínez Noval destacó, corno dato positivo, "la mayor disposición que las centrales mayoritarias muestran estos días a gestionar de forma racional los conflictos". La ley de huelga, en su opinión, conseguirá que "esa posición más racional de los sindicatos mayoritarios que no es compartida por todo tipo de representantes de los trabajadores tenga efectividad general".

El ministro dejó así claro que con la nueva ley no serán posibles huelgas como las que en la actualidad mantienen la EMT y el Metro de Madrid. Luis Martínez Noval añadió que, con la regulación actual, el Gobierno no ha podido hacer nada para evitar o controlar estas huelgas.

Por su parte, el secretario general de UGT, Nicolás Redondo declaró ayer en Guadalajara que su sindicato está en contra de las huelgas salvajes y en favor del mantenimiento de unos servicios mínimos como "un derecho fundamental de los usuarios", informa Europa Press. Sin embargo, puntualizó que en su opinión sería un error que "el Gobierno intentara recortar el derecho a la huelga como consecuencia de estas huelgas impopulares", en referencia a las que llevan a cabo durante estos días los transportes públicos de Madrid.

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