El ex alcalde de Villa El Salvador condena el fanatismo de Sendero en Perú

"Sendero Luminoso ataca hoy a lo único que todavía funciona en Perú: las organizaciones populares", afirma Michel Azcueta, ex alcalde y dirigente de la barriada de chabolas limeña Villa El Salvador.Una semana después del asesinato de la que fue su más próxima compañera en la lucha vecinal, María Elena Moyano, la famosa Madre Coraje de la capital peruana, Azcueta, de paso por Madrid, explica a EL PAÍS su análisis del porqué de esta nueva escalada de uno de los movimientos de guerrilla "rnás fanáticos y salvajes", según dice él mismo, de América Latina.

Nacido hace 45 años en Madrid, Michel Azcueta vive desde hace 24 en Perú y participó desde el principio de los años setenta en el movimiento vecinal de El Salvador, que alberga hoy a más de 300.000 personas. Su sistema de autogestión constituye un modelo para todas las organizaciones populares del país. Fue alcalde de la barriada de 1983 a 1989, y hoy es el más probable candidato de la izquierda a la alcadía de Lima en las próximas elecciones municipales. "Sendero Luminoso fracasó en su estrategia de toma del poder político, y recurre hoy al terror como último instrumento", recalca.

"Hay que tener en cuenta que Perú es hoy un Estado que no funciona", prosigue. "La corrupción invadió las principales instituciones, incluyendo la policía Y, el Ejército, el narcotráfico domina gran parte del país, el poder judicial no funciona, las leyes no se respetan. Lo último que todavía articula al país son los movimientos populares, que cumplen incluso con tareas que pertenecen normalmente al Estado, como la comida y la educación. Eso lo sabe Sendero, y por eso nos ataca. La idea de Sendero es que todo lo que existe hoy en Perú forma parte del Estado opresor".