García Vargas prometió a 400 militares que el Gobierno no cederá ante la presión de ETA "y sus apoyos de HB"

El ministro de Defensa, Julián García Vargas, aseguró el pasado día 7 de febrero, ante casi 400 militares, que "el Gobierno se reafirma en la voluntad de no ceder ante los ataques, el chantaje y la presión de la banda terrorista ETA y sus apoyos de HB".Tras el funeral por las cinco víctimas del último atentado de Madrid, los miembros de las comisiones que habían asistido al acto en representación de las principales unidades de la Región Militar Centro fueron reunidos en el salón (le actos del Cuartel General del Ejército (ver EL PAÍS del pasado día 14).

Una vez allí, compareció el ministro de Defensa, flanqueado por los cuatro miembros de la Junta de Jefes de Estado Mayor y por varios generales del Ejército de Tierra. "El Gobierno", dijo García Vargas, según la transcripción de sus palabras realizada por el Estado Mayor del Ejército, "considera que las Fuerzas Armadas son parte esencial del corazón del Estado y, como tal, está dispuesto a velar por sus necesidades y seguridad".

Más graves atentados

"El Gobierno", agregó, "comparte la indignación ante los ataques terroristas y agradece la serenidad con que las Fuerzas Armadas reaccionan, manteniendo en todo momento el corazón caliente y la cabeza fría, por lo que se considera obligado, en justa correspondencia, a mantenerse firme pero sereno ante tales agresiones contra la vida, la convivencia y la democracia".

García Vargas anunció la decisión del Ejecutivo de "instar a la judicatura para que se aplique con mayor rigor la Justicia a los terroristas y a sus colaboradores políticos; ordenar a la Fiscalía General del Estado para que actúe contra los que apoyan o hacen apología del terrorismo; [y] endurecer las penas a los que incurran en actos terroristas [el anteproyecto de Código Penal fue aprobado una semana después]".

"Se observa una clara tendencia de la escalada terrorista contra las Fuerzas Armadas, buscando víctimas entre los empleos intermedios [tres de las víctimas del atentado eran capitanes]", advirtió, antes de destacar que "esta escalada puede continuar". Por ello, "se deben extremar las medidas de seguridad individuales y colectivas, ante la sospecha de que en los próximos meses ETA pueda intentar nuevos y aún más graves atentados".

Como medidas concretas, anunció que "el Ministerio del Interior va a reforzar los despliegues y medidas de seguridad para proteger las instalaciones o edificios que puedan ser objetivo de los terroristas". Además, se estudiará "la instalación de sistemas electrónicos que refuercen la seguridad de los edificios y faciliten la detección de personal, vehículos y objetos sospechosos".

García Vargas fue el único orador del acto, que se prolongó por espacio de un cuarto de hora. Su intervención fue recibida en silencio por los asistentes.