Corcuera habla de "exceso de prudencia" al explicar la carga policial en la manifestación de Cartagena

El ministro del Interior, José Luis Corcuera, desechó ayer en el Senado todas las acusaciones vertidas por los representantes del Partido Popular y de Izquierda sobre supuestos excesos en la represión por la policía de la manifestación de trabajadores en Cartagena el pasado 3 de febrero, que terminó con decenas de obreros y agentes heridos y la quema de una planta del Parlamento autónomo.Por el contrario, el titular de Interior, visiblemente afectado por el atentado de Santander, estima que si pecaron de algo las autoridades gubernativas que tenían la misión de custodiar la Asamblea regional frente a la Ilegal concentración de trabajadores, fue de "exceso de prudencia". Esta actitud, se debió, según Corcuera, a la aceptación de "los planteamientos de los grupos políticos del Ayuntamiento" para que se redujera el dispositivo policial en torno a la Cámara. Fue en ese momento, según la versión del ministro, cuando se produjeron los primeros incidentes y "unos desalmados" iniciaron el lanzamiento de cócteles molotov que incendiaron una planta del Parlamento autónomo. "Si no hubiera habido tal petición, es probable que no se hubieran producido los acontecimientos que ocurrieron en el Parlamento", dijo el ministro.

El PP, a través de su senador Antonio Cárceles, se mostró disconforme con tal versión y, por el contrario, situó las responsabilidades de los incidentes en la labor de la delegada del gobierno, Concepción Saénz, de quien afirmó que no actuó con la prudencia que la ocasión requería. Añadió, que con su actitud "la batalla está servida". Estas acusaciones las justificó en el hecho de que diera órdenes de impedir a los -manifestantes acercarse a menos de 100 metros de la asamblea autónoma y desplegara 260 agentes frente a los 150 iniciales concentrados.

Versión contradictoria

Este parlamentario popular añadió que los incidentes se produjeron, no tras la reducción del cordón policial, sino después de golpear los agentes a algunos manifestantes que pretendieron entrar en el parlamento autonómico. Andrés Cuevas, de Izquierda Unida, afirmó que en estas y otras represiones de manifestaciones "a la policía se le va mano con demasiada frecuencia".

Corcuera se opuso a tales acusaciones, señalando que la delegada actuó en todo momento con suma templanza y recriminó que la oposición critique la actuación policial frente a acciones ilegales de manifestantes. De igual manera, exhibió fotos del material arrojado por "una minoría de manifestantes", que incluían bolas de acero y tornillos. Corcuera proclamó que no es sostenible que una minoría de ciudadanos, por legítimas que sean sus pretensiones, colapsen la vida de la mayoría para hacer patente su protesta y corten carreteras.