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El servicio secreto de Holanda teme nuevos atentados etarras en ese país

Isabel Ferrer

Los servicios secretos holandeses han elaborado un informe en el que alertan sobre la presencia en ese país de bandas terroristas. Entre ellas aparece ETA y el Ejército Republicano Irlandés (IRA) así como grupos yugoslavos, turcos o próximos al fundamentalismo islámico. En el caso de ETA, además, la proximidad de los festejos relacionados con el V Centenario pueden convertir de nuevo a Holanda en escenario de atentados contra objetivos españoles similares a los perpetrados en 1989.El documento dibuja los rasgos de un nuevo tipo de enemigo exterior, más difuso y plural que el observado antes de la desintegración de la Unión Soviética. La estabilidad democrática holandesa debe guardarse ahora de la corrupción de políticos y funcionarios, sabotaje de infraestructuras vitales para el país, espionaje industrial o comercial, venta ilegal de armas, terrorismo y rivalidades étnicas.

El terrorismo organizado, un fenómeno aún poco frecuente en Holanda, puede perturbar ahora con mayor asiduidad el orden público. Junto a ETA, los servicios secretos holandeses advierten también de la posible actividad de un grupo autóctono llamado Acción Revolucionaria Antirracista, así como disturbios que procederían de sectores sociales afines a los nacionalistas o ultraderechistas de talante violento, similares a los que actúan ya en Francia, Bélgica o Alemania.

También se hace referencia en en el mencionado informe que los conflictos políticos o religiosos registrados en Oriente Próximo acaben prendiendo la mecha del odio interétnico en Holanda.

En 1989 la organización terrorista ETA asumió la autoría de una serie de atentados perpetrados contra el cónsul español en Rotterdam y las explosiones que dañaron la agregaduría comercial y laboral de la Embajada de España en La Haya. Contra la residencia del entonces embajador, Manuel Sasot, fueron lanzadas tres granadas desde un vehículo situado a 60 metros del inmueble. La dotación de un coche de la policía holandesa que estaba aparcado en la zona no observó a los terroristas.

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