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Tribuna
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Respuesta equivocada

En el concurso infantil Olímpicos, convocado por el suplemento Pequeño País (25-26 de enero), se planteó una sencilla pregunta: "Antes de tirar a puerta, dinos cuántos jugadores hay sobre la cancha en un partido de balonmano".La respuesta era sencilla a poco que se conociera este deporte, y, efectivamente, numerosos niños contestaron correctamente: 14. Sin embargo, el periódico consideró que sólo eran siete y sorteó los premios (15 juegos de Guarida de piratas) entre los que dieron esa menguada cifra.

Miguel Arceniaga Arceniaga, de Logroño, protesta: "Han sido perjudicados los niños", como en el caso de su hijo Pedro, que leyeron correctamente la pregunta y, "observado que en un partido de balonmano tiene que haber siempre dos equipos sobre la cancha", respondieron que 14.

El redactor jefe del suplemento, Alberto Anaut, admite sin titubear: "El lector tiene toda la razón. Los excesos literarios a la hora de formular la cuestión confundieron los propósitos que teníamos y, de paso, la respuesta". Anaut entona el mea culpa y de paso agradece al niño Pedro Arceniaga que haya descubierto el error. El redactor jefe va más allá: "Para subsanarlo, al menos en cierto sentido, hemos decidido repetir el sorteo de los regalos también entre los pequeños que contestaron correctamente". Es lo justo. La lista de los agraciados en este nuevo sorteo se publicará en el número de. mañana, lunes 17. Y como premio para el "particular Sherlock Holmes", añade Anaut, se le adjudicará directamente a él otro regalo.

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El himno de Asturias

Sin riesgo de equivocación, puede asegurarse que pocos españoles desconocen la letra y la música de Asturias, patria querida. Desde hace 11 años, este canto de inflamado y devoto amor a la tierra cuna de las Es pañas es el himno oficial del Principado, rango que confiere a la popular canción la categoría de símbolo del Estado, y como tal ha de ser protegido: según lo establecido por la Ley del Principado de 1984, está prohibida su "utilización en actos, formas o versiones que me noscaben su alta significación". La norma no parece que trate de limitar la interpretación de la melodiosa balada a las solemnidades de los protocolos, porque resultaría un imposible; trata, simplemente, de impedir que de ella se haga burla o chanza; que sea ridiculizada, en definitiva. Y esto es lo que un asturiano, que se dirige al Ombudsman, ha creído ver en una frase aparecida en la crónica de Jesús Aznárez remitida desde Tokio (EL PAíS, 7 de febrero) a propósito de la reconciliación entre el líder liberal Shin Kanemaru y el primer ministro, Kiichi Miyazawa. "Kanemaru y Miyazawa", escribía Aznárez, "intercambiándose zalamerías y cumplidos entonaron al unísono coplillas locales, entre ellas el Asturias, patria querida nacional".

Con esta referencia, el corresponsal de EL PAÍS en Japón explica que quiso "hacer notar la camaradería de la reunión, la gráfica conciliación en los postres de sus dos comensales más importantes y el hecho de que Kiichi Miyazawa y Shin Kanemaru se acompañasen en la cena con canciones japonesas por todos conocidas y por todos queridas". No pretendió menoscabar el alto significado de Asturias, patria querida: "Con la utilización del término coplillas locales", añade, "quise decir, mutatis mutandis, coplillas japonesas y destacar la naturalidad que caracteriza la copla, noble, bella y profunda composición literaria española que traduce variados sentimientos, frecuentemente puestos en música".

¿Qué otra canción española alcanza la intensidad expresiva de profundo cariño a la tierra corno Asturias, patria querida?

Los asturianos han de sentirse muy orgullosos de su himno: allá donde suena, un espíritu de fraternidad invade el ambiente.

'Abortar'

Abortar significa parir antes del tiempo en que el feto puede vivir. Y también, en sentido figurado, fracasar, malograrse alguna empresa. En el primer caso es bien pública la polémica que su regulación ha levantado en la sociedad. En el segundo no cabe controversia sobre su uso, pero sí protesta cuando se emplea incorrectamente. Y aquí es donde es requerido el Ombudsman para que aclare cómo ha sido posible que en EL PAÍS se haya publicado, a cuatro destacadas columnas, el siguiente titular: La Guardia Civil aborta la formación de un nuevo 'comando' de ETA en Vizcaya.

"¿Qué disparate es ése?", pregunta José María Milagros Pascual. Pues hay que reconocer que eso, un disparate. El autor del titular, Francisco Mercado, y quienes revisaron el texto no cayeron en la cuenta del fallo gramatical.

A Mercado, la frase, escrita a vuelapluma, le pareció "gráfica y correcta". Luego, A la vista de la queja de José María Milagros, ha comprobado que su "memoria visual, basada en innumerables títulos periodísticos con este verbo usado en similares contextos", le condujo a cometer el error. "Efectivamente", dice, "tras leer el Diccionario de la lengua española, observo que, aunque se admite el uso del verbo abortar en causativo, también precisa que es intransitivo". Mercado agrega que el María Moliner "ejemplifica que en estos contextos la redacción ha de ser del siguiente tenor: 'La policía hizo abortar el complot".

En conclusión: la Guardia Civil no abortó nada, hizo abortar la formación de un nuevo comando de ETA.

El teléfono del Ombudsman es el 304 28 48.

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