Teodoro Obiang da marcha atrás en sus promesas democratizadoras de Guinea
El presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, ha hecho caso omiso de las promesas efectuadas hace apenas dos meses al presidente del Gobierno español, Felipe González, de democratizar la ex colonia española y ha declarado al embajador español en Malabo, Arturo Abello, que no considera necesario iniciar conversaciones con la oposición en el exilio porque "va a ser difícil" tratar con tantos grupos, según fuentes españolas en Malabo. Mientras la propaganda oficial guineana aún aprovecha los rescoldos de la visita presidencial española como prueba del espaldarazo internacional al régimen, Obiang ha desencadenado una redada contra la oposición interna.Tres son los detenidos que, por el momento y como en los tiempos más duros del régimen de Obiang, han sido entregados a los-500 miembros de la guardia marroquí que se encarga de la seguridad presidencial y de las torturas a los presos políticos. Uno de ellos, Plácido Micó, dirigente del Partido de la Convergencia Democrática Social, fue detenido el unes, por haber entregado un sobre a un viajero con destino Madrid que contenía un ejemplar de la revista clandesina La Verdad y sendas cartasal PSOE y a la UGT. Fue detenido en plena calle, donde ocho guardias le propinaron una violenta paliza, según testigos presenciales. Se desconoce su suerte al igual que la de sus compañeros Celestino Bacale -detenido el mismo día en las inmediaciones de la embajada española en Malabo, donde intentaba refugiarse- y José Antonio Dorronsoro, de nacionalidad española.
La violación por Obiang de las recientes promesas de democratización ha sido acompañada por una serie de nuevos desaires al Gobierno español, que suministra la principal partida de ayudas económicas de las que depende la ex colonia española, más de 2.000 millones de pesetas anuales. Tras la creación de un Ministerio de la Francofonía, Obiang sólo se dignó recibir al embajador español el viernes pasado, tras 25 días de espera. Abello era portador de una carta de la presidencia española sobre la creación de una comisión negociadora de la oposición en el exilio que, de acuerdo con las buenas intenciones expresadas por Obiang a Felipe González, debía de haber celebrado este mes una primera reunión en Malabo con las autoridades guineanas.
Además, la policía guineana mantiene una estricta vigilancia sobre el consulado español en Bata, donde decenas de detenciones han provocado un nuevo éxodo de refugiados políticos a Camerún y Gabón.
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