Carrington intenta reconciliar las posturas de Serbia, Croacia y Krajina

MIRJANA TOMIC El diplomático británico lord Carrington, presidente de la interrumpida Conferencia de Paz sobre Yugoslavia, reinició ayer su nueva misión mediadora en Belgrado para intentar reconciliar las diferencias políticas entre Serbia, Croacia y la región croata controlada por las milicias serbias de Krajina sobre el envío de los cascos azules contemplado en el plan de paz de las Naciones Unidas. Su itinerario incluye Zagreb y Sarajevo.

La negativa del presidente de Krajina, Milan Babic, a aceptar el plan de paz de Cyrus Vance y las reservas de Zagreb con respecto al mismo, contribuyeron a que el secretario general de la ONU, Butros Gali declarara que los cascos azules no serán enviados en las próximas semanas a las regiones en conflicto.

El despliegue de las tropas de la ONU, tal y como lo habían acordado Serbia, Croacia y el Ejército federal yugoslavo no supone la solución política de la crisis, sino que debe servir de garantía para el respeto duradero del alto el fuego, sostenido con fragilidad durante el último mes.

Belgrado y Zagreb mantienen interpretaciones opuestas sobre el posible despliegue de las tropas de la ONU, Los dirigentes croatas sostienen que los cascos azules llegan para asegurar la devolución de los territorios perdidos en la guerra. Zagreb aspira a restablecer su control político en la zona, actualmente ejercido por los líderes serbios surgidos a raíz de la conquista. Por el contrario, para los serbios el plan de paz garantiza la continuidad política de los líderes locales.

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