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División en el bando serbio sobre la aceptación del plan de paz de la ONU para Yugoslavia

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Los participantes en la reunión lograron que el presidente del Parlamento de Krajina, Milan Paspalj, firmara el acuerdo, necesario para la llegada de las tropas de la ONU en las regiones en conflicto. Sin embargo, a medianoche del domingo Babic negó haber aceptado el envío de los cascos azules, con lo que desafiaba abiertamente a sus antiguos patronos políticos y militares, actualmente empeñados en transmitir la imagen de los luchadores por la paz en Yugoslavia.Más aún, Babic declaró ayer en conferencia de prensa en Belgrado que él y los miembros de su Gobierno habían sufrido presiones policiales para aceptar el plan de paz y aseguró que el ministro federal de Defensa, el general Blajoje Adzic, intentó agredir fisicamente a uno.de sus mipistros.

Futuro político de Babic

"Si el pueblo de Krajina apoya a Milan Babic, esto significa que ha optado por la guerra", declaró Bránko Kostic, el número uno de la presidencia incompleta yugoslava. Advirtió que Babic no tiene el poder de decidir entre la guerra y la paz, lo que supone un anuncio indirecto del fin político del cada vez más ambicioso dentista de Knin. Uno de los 12 municipios que constituyen la región de Krajina apoyó la decisión de la presidencia. Al mismo tiempo, en Knin, los seguidores de Babic organizaron una manifestación de apoyo a su líder. El pueblo serbio está dividido debido a las ambiciones de sus dirigentes, que le llevaron a la guerra y ahora cambian el discurso para conservar sus posiciones políticas.

El argumento principal de Babic para la negativa a aceptar un plan de paz es que éste no garantiza la seguridad de los serbios en Krajina, al prever1a desmilitarización de la zona y la retirada del Ejército federal. Por su parte, Serbia y la presidencia aseguran que tienen la garantía de la

ONU para la seguridad de los serbios ante eventuales ataques de las tropas croatas.

Krajina fue el primer enclave serbio en Croacia que se rebeló contra Zagreb hace más de un año. Entonces gozaba del apoyo político y militar de Belgrado. Sin embargo, la guerra no trajo. los resultados esperados. Eslovenia y Croacia recibieron el reconocimiento internacional a la vez que el Gobierno de Belgrado quedó internacionalmente aislado. Ante este hecho, y bajo -la presión de la comunidad internacional, Serbia firmó el 2 de enero pasado el 15º alto el fuego y aceptó la llegada de las tropas de la ONU, según el plan de Cyrus Vance, que preconiza su despliegue tanto en las líneas de demarcación de los conflictos como dentro de los territorios ocupados por el Ejército federal.

En los últimos días, la prensa oficial de Belgrado, hasta fecha reciente defensora acérrima de la conservación de Yugoslavia, ha comenzado a publicar las opiniones de los ideólogos del partido gobernante en Serbia -Partido Socialista Serbio- sobre la necesidad de que la república yugoslava más grande proclame su independencia dentro de los confines actuales, ya que la aspiración de unir a todos los serbios en un Estado permanece sólo como un ideal. De esta manera, los serbios que lucharon en Croacia permanecen fuera, a merced de la ONU.

La cúpula política serbia tampoco precisa cómo explicará a los padres de los soldados muertos por qué lucharon por el mantenimiento de la federación yugoslava, ya que Serbia aspira a solicitar su propia independencia sin incluir los territorios ocupados. Sin dar respuestas a estos interrogantes, la presidencia federal controlada por los serbios ofrece las garantías a la ONU para que los cascos azules lleguen a Yugoslavia sin haber arreglado las cosas dentro de casa. Todavía no hay orden en la -casa. Sólo hay división.

Branko Kostic asegura que la cúpula del Ejército comparte las posiciones políticas de Belgrado, mientras que Milan Babic afirma que el Ejército no actuará jamás en contra del pueblo de Krajina. Por el momento, Babic tiene pocos puntos a su favor: su paupérrima región depende de la ayuda económica de Serbia, república que amenaza con cortar las comunicaciones. Al mismo tiempo, el líder de Krajina goza del apoyo del pueblo que se levantó en armas. Kostic es optimista y piensa que el conflicto será superado. Babic reitera que no acepta el arreglo ofrecido.-

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