El lánguido ritmo de un centro oficial

Los centros oficiales de diagnosis de vehículos no funcionan, pero existen. En Villaverde, junto a la avenida de Andalucía, una nave de 1.500 metros cuadrados permanece abierta todos los días siete horas, con ocho bancos de pruebas y nueve operarios dispuestos a trabajar. Una inspección rutinaria se completa en seis minutos, como máximo, y es totalmente gratuita.El pasado martes, a las once de la mañana, habían efectuado la inspección 12 vehículos. En una hora sólo acudió un camión de la empresa Mahon. El centro está capacitado, según sus trabajadores, para hacer unas 200 diarias, aunque en los días previos y también en los meses precedentes las jornadas se terminaron con una media de 25 revisiones.

El departamento de contaminación confirma estos datos, aunque apunta que desde que a finales de 1991 se montó un sistema informático para el control de los vehículos, han aumentado las inspecciones de 300 a casi 800 mensuales.

"No es normal que no vengan coches a un centro de esta categoría. Toda esta plantilla, el dinero que se gasta en mantenerlo, el agua, la electricidad. Se nos tiene aquí olvidados, y desde la concejalía no se hace nada para que esto funcione", denuncia José Manuel Martínez, a punto de jubilarse y militante de UGT. "Yo ya lo he puesto en manos del sindicato hace tiempo y en el Defensor del Pueblo, pero no se me hace caso". Martínez se queja también de las condiciones de trabajo en la nave y de la escasez del botiquín (bote con gasas, Betadine, agua oxigenada).

El director de esta instalación no quiere hacer declaraciones, pero señala que la situación de deterioro no es algo nuevo: "Se remonta a 12 años". Casi los que tiene el centro.