El Ejecutivo no admite condiciones para el cese de la violencia
La organización terrorista ETA sabe que el Gobierno no está dispuesto a negociar ninguna condición previa para una tregua. Por ello, el cese de la violencia debe ser una decisión unilateral, con el riesgo de que no haya negociaciones ulteriores o de que éstas no se planteen en el terreno que ETA pretende. Ésta es la razón de que algunos de los dirigentes más duros de la banda terrorista pongan reparos a la tregua. Un nuevo fracaso como el registrado hace cuatro años en Argel ampliaría dentro de ETA el desaliento, que ya se puso de manifiesto en las conversaciones grabadas a los presos de Nanclares Isidro Etxabe y Jon Urrutia.Ante lo abultado de la disidencia interna entre los presos de su organización, ETA ha optado por no intervenir para no precipitar una ruptura pública que ahora se manifiesta de manera encubierta e individual, porque nadie entre los dirigentes históricos que se muestran críticos con la actual dirección está dispuesto a encabezar la contestación.
De acuerdo con el plan diseñado por ETA, puesto de manifiesto en los contactos entre el secretario de Estado para la Seguridad y los dirigentes de HB, el Gobierno debía garantizar el traslado a un país neutral, preferentemente Suecia, del propio Antxon y del resto de los confinados en Santo Domingo, Iñaki Arakama y Belén González Peñalva. El Gobierno debía, igualmente, comprometerse a incorporar más adelante a la mesa de negociaciones a otros dirigentes de ETA actualmente encarcelados en prisiones de Francia, como Txikierdi, Mamarru o Josu Ternera.
En la perspectiva de la organización terrorista, ETA y el Gobierno iniciarían a continuación un proceso de diálogo que se complementaría con conversaciones entre HB y el PSOE y, más adelante, con la incorporación del resto de los partidos políticos.
Durante sus encuentros, el secretario de Estado para la Seguridad rechazó la idea de trasladarse a Santo Domingo en tanto ETA no se comprometa a permanecer inactiva durante dos meses, subrayando que el Gobierno "no está dispuesto a negociar la tregua". De acuerdo con la versión que los dirigentes de HB facilitaron a la propia ETA, en la reunión del 28 de mayo del pasado año, Vera aludió a la posibilidad de enmarcar los contenidos de las posibles mesas negociadoras dentro del pacto autonómico.
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