Fernández Ordoñez califica de "golpe de Estado" la toma del poder por una junta en Argelia

El ministro de Asuntos Exteriores, Francisco Fernández Ordóñez, calificó ayer por vez primera de "golpe de Estado" la suspensión del proceso electoral en Argelia y la toma del poder por una junta cívico-militar. No obstánte, durante su comparecencia ante la comisión de Exteriores del Congreso, abogó por incrementar el diálogo y la cooperación con las autoridades del país magrebí. El ministro aseguró que la actitud de Europa y Estados Unidos es esperar a ver cómo evoluciona la situación en Argelia. "La versión que me da Gozali", dijo, aludiendo al primer ministro argelino, "es que se trata de un golpe de Estado instrumental para permitir una democracia viable y no un caos".No obstante reveló que Espana, junto con Francia, tuvo que oponerse a la pretensión de otros países de la CE de suspender la ayuda comunitaria a Argel y criticó la decisión del Parlamento Europeo, adoptada con los votos de los eurodiputados del PSOE, de bloquear los créditos a Marruecos por su actitud ante el referéndum del Sáhara.

Para subrayar la importancia que tiene para España el Magreb, señaló que el comercio bllateral con la región asciende a 4.000 millones de dólares (unos 400.000 millones de pesetas), cifra muy superior a la de los intercambios con el Este de Europa. ,En este sentido confirmó que, durante la gira que hizo por la zona en plena crisis del Golfo, mantuvo contactos "al máximo nivel" con el Frente Islámico de Salvación (FIS), que le dio "respuestas tranquilizadoras" sobre el futuro de. las relaciones económicas en caso de llegar al poder.

Restó importancia a un hipotético corte del suministro del gas argelino, recordando que éste sólo supone el 3% del consumo energético español y que "Argelia depende más de nosotros que nosotros de Argelia

Fernández Ordóñez anunció la apertura de embajadas en las ex repúblicas soviéticas con armas nucleares (Rusia, Ucrania, Bielorrusia y Kazajstán) así como en Croacia. El titular de Exteriores justificó la próxima visita a España del primer ministro chino, Li Peng, con el argumento de que se han levantado las sanciones a Pekín por la matanza de Tiananmen y aseguró que planteará a su huésped la cuestión de los derechos humanos.