Preocupación sobre la salud de Yeltsin tras su inopinada ausencia de Moscú
El presidente de Rusia, Borís Yeltsin, no inaugurará la Conferencia de Paz sobre Oriente Próximo, que comienza hoy en Moscú. Yeltsin está oficialmente fuera de la capital rusa estos días, pero regresará a tiempo para entrevistarse mañana con el secretario de Estado norteamericano, James Baker.La noticia de que Yeltsin había desaparecido de Moscú se supo debido a que el presidente canceló la reunión que debía mantener ayer con el ministro de Exteriores de Japón, Michio Watanabe, y la entrevista en directo que había prometido a la BBC británica. Según explicó un portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, la ausencia de Yeltsin obedece a que debe ocuparse de varios problemas internos impostergables y preparar su próximo viaje al Reino Unido, Estados Unidos y Canadá.
La desaparición de Yeltsin en vísperas de la Conferencia sobre Oriente Próximo desencadenó especulaciones de una posible enfermedad cardíaca del presidente. Rumores similares ya habían surgido hace una semana, cuando Yeltsin suspendió inesperadamente la entrevista programada con el presidente del Comité Olímpico Internacional, Juan Antonio Samaranch, con el que se reunió sólo el sábado pasado. "Surgieron circunstancias que le obligaron dejar Moscú, y estará ausente lunes y martes", declaró Pável Voshchánov, portavoz de la presidencia, y agregó que Yeltsin se reunirá mañana con Baker y Watanabe, en vísperas de su partida al Reino Unido. Voshchánov negó categóricamente que Yeltsin estuviera enfermo: "El presidente está completamente sano y en excelente forma".
Lo inusitado del caso es que el portavoz se negara a decir dónde se encuentra Yeltsin, porque, como razonan algunos observadores, si efectivamente estuviese preparando su viaje a EE UU, se podría anunciar sin problemas que se halla en su dacha de Arjánguelskoie reunido con un grupo de expertos.
La afición al alcohol del presidente ruso -sobre la que recientemente ha escrito el semanario norteamericano US News and World Report- es la explicación de la ausencia de Yeltsin que ayer predominaba en los pasillos del centro de prensa del Ministerio de Exteriores y en la calle. No se descarta que esté enfermo como consecuencia de esa misma afición, según comentaba sarcásticamente un colega ruso.
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