Condenada una empresa cuyo gerente miraba a una empleada por un orificio
Un juzgado de lo social de Barcelona ha ordenado a una industria de Polinyá que despida e indemnice con más de cinco millones de pesetas a una empleada que era observada cada vez que acudía a los servicios por el gerente de la industria a través de orificios practicados en la pared. La sentencia da la razón a la demandante, María Jesús G. S. y ordena a la industria metalúrgica Fundición Sillo Marín que la despida porque "debido a la conducta del gerente de la industria podía sentirse vejada y humillada".Jordi Agustí, titular del Juzgado de lo Social número 21 de Barcelona, ha ordenado, a petición de la demandante, que Maria Jesús G. S. sea despedida de la Fundición Sillo Marín y reciba, en aplicación del Estatuto de los Trabajadores, una indemnización de 5.183.797 pesetas.
La mujer demandó a la empresa tras advertir el colectivo de trabajadoras que el gerente y administrador de la fundición observaba a través de dos orificios practicados en la pared de los lavabos a las empleadas cuando éstas los ocupaban.
En la sentencia, el juez considera probado que en el tabique
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