Valores tradicionales, pero menos

Aznar arqueó las cejas, en expresión de sorpresa o quizá de contrariedad, cuando un estudiante le pidió que se explayara sobre los "valores tradicionales" que el presidente del PP está defendiendo. Con una sonrisa, le replicó cariñosamente que no recordaba haber defendido "valores tradicionales", que él lo que se considera es centrista, aunque es cierto que no comparte la interpretación que hicieron los socialistas de la supresión de la confesionalidad del Estado.Los 400 universitarios, la mayoría con aspecto de encontrarse en los primeros cursos, que acudieron al coloquio con el líder del PP en la Facultad de Medicina le recibieron con cortesía. Sólo le interrumpieron con aplausos cuando replicó a un interviniente que a él justamente le pagan por criticar y por hacer algunas propuestas alternativas, y le formularon ocho preguntas en términos respetuosos, en el diálogo coordinado por el rector Gustavo Villapalos, con el que más tarde almorzó acompañados por otras autoridades universitarias. Uno de los intervinientes le preguntó si aprobaba el viaje que hizo Manuel Fraga a Cuba. Hábil, Aznar respondió que si había servido para la puesta en libertad de una veintena de españoles le parecía positivo.