Los sindicatos piden el desarrollo de la Carta Social antes de que el Reino Unido asuma la presidencia comunitaria

Las centrales sindicales de España y Portugal exhortaron ayer a la presidencia de la Comunidad Europea, que este semestre ocupa Portugal, a desarrollar "todos los esfuerzos necesarios" para llevar a la práctica los principios consagrados en la Carta Social Europea antes de que comience la presidencia "antisocial" del Reino Unido en el segundo semestre de este año.En una declaración conjunta, firmada por Nicolás Redondo, Antonio Gutiérrez y José Elorrieta, en nombre de las centrales españolas UGT, CC OO y ELA-STV, respectivamente, y de Antonio Carvalho da Silva y Manuel Torres Couto, por parte de CGT-Intersindical y UGT portuguesas, critican que la construcción europea quede "desiquilibrada en beneficio del mundo de los negocios y de las grandes empresas". Por ello, piden una responsabilidad a la presidencia portuguesa para evitar que la Europa Social siga siendo una de las asignaturas pendientes.

Los sindicatos reafirman su oposición a la construcción de la Europa de las dos velocidades, subrayando que sin mayor armonización social, la deseada unión estará condenada a la desintegración.

Sobre los dos países de la península Ibérica, recuerdan que en España se sigue registrando un nivel de paro muy superior a la media comunitaria, mientras que en Portugal, donde no hay problemas significativos de paro, los salarios son muy bajos.

Entre las medidas que piden destacan el horario semanal de 35 horas, la protección de mujeres trabajadores en caso de maternidad (garantía de ingreso y prohibición de despido), oposición a los despidos colectivos y vigilancia de la subcontratación transfronteriza. Los sindicatos reivindican, asimismo, la creación inmediata de la Agencia Europea de Higiene y Seguridad del Trabajo y la intensificación de movilizaciones y acciones conjuntas.

Ambas centrales han considerado que la primera cumbre sindical ibérica ha tenido resultados muy positivos y creen que debe ser seguida de iniciativas conjuntas a nivel de confederaciones y de comités de empresa cuando se trata de empresas multinacionales radicadas en ambos países o de grupos españoles con filiales en Portugal. Los sindicalistas españoles fueron recibidos por el primer ministro portugués Anibal Cavaco Silva y por el presidente Marlo Soares.