Unos desconocidos prenden fuego en la casa de una concejal de A Fonsagrada
Un incendio intencionado afectó ayer de madrugada a la casa donde reside la primera teniente de alcalde del Ayuntamiento de A Fonsagrada (Lugo), Isabel Cedrón, del Partido Popular (PP). La Guardia Civil intervino rápidamente para evitar la propagación del fuego, que sólo afectó al bajo del edificio, donde la concejal posee una tienda de ultramarinos. Los autores del incendio, que no fueron identificados, prendieron fuego a una lata de gasolina, que dejaron frente a la puerta del establecimiento.
Este incidente añadió más tensión al clima de enfrentamiento civil que se vive en A Fonsagrada desde el viernes, cuando fuerzas antidisturbios de la Guardia Civil cargaron violentamente contra una multitud que defendía el Ayuntamiento.Fueron desalojados los vecinos que mantenían un encierro desde hace mes y medio para reclamar que el municipio sea cabecera de un área del servicio de extensión agraria, que presta servicio a los más de 4.000 ganaderos de A Fonsagrada. La actuación de las Fuerzas de Seguridad se produjo después de que el alcalde Mario Arias, del PP, denunciase que desde el pasado 20 de diciembre los encerrados no le permitían acceder a la Casa Consistorial por haberse desvinculado de la protesta.
El incendio comenzó a las dos de la madrugada, pero fue controlado inmediatamente por la Guardia Civil y las llamas no llegaron a expandirse. El fuego destruyó un frigorífico, la mercancía almacenada en la tienda y dejó inutilizado el cable telefónico.
En el interior de la vivienda dormían la primera teniente de alcalde y diputada provincial, Isabel Cedrón, su hermana y su hija. La explosión de botes de aerosoles depositados en el establecimiento alertó a las mujeres.
"Acabábamos de dormirnos porque el teléfono no paró de sonar en toda la noche", relató la concejal, fuertemente impresionada, momentos después de extinguirse el fuego. Era gente que llamaba para decirme que dimitía o me atuviese a las consecuencias. Me despertaron las explosiones y noté olor a humo. Al asomarme a la ventana me di cuenta de lo que pasaba".
Los autores del incendio burlaron la vigilancia de la Guardia Civil, que patrullaba las calles próximas. Las mujeres trataron de usar el teléfono, inutilizado por las llamas, hasta que lograron pedir ayuda a unos jóvenes que pasaban por la calle, quienes avisaron a la Guardia Civil.
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