Estados Unidos asegura que, no cejará "hasta acabar con Sadam Husein"
La Casa Blanca considera que la guerra del Golfo, de cuyo inicio se cumple hoy un año, no terminó con la rendición del Ejército iraquí ante la coalición multinacional encabezada por EE UU. "La presión seguirá hasta acabar con Sadam Husein", aseguró ayer Marlin Fitzwater, portavoz presidencial, quien, no obstante, no quiso anticipar "ninguna acción unilateral" y dijo que, por el momento, se continuarán aplicando las sanciones a Bagdad.Fitzwater aseguró que "EE UU respalda los esfuerzos de miles de bravos iraquíes que resisten a Sadam", pero no dijo ni palabra de las afirmaciones que desde medios diversos atribuyen a su Gobierno un plan secreto para derrocar a Sadam con ayuda de la oposición interna. Estados Unidos no apoyó en su día las revueltas kurda y shií contra Sadam que estallaron. poco después de la derrota sin paliativos de Irak.
El director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), Robert Gates, reconoció el pasado miércoles que no se alcanzaron todos los objetivos militares y que Bagdad podría reconstruir su capacidad de fabricar armas de destrucción masiva "en unos pocos años". Diversas fuentes han asegurado que, antes del conflicto, Irak tuvo capacidad para construir tres o cuatro bombas atómicas.
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