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Bush promete levantar la economía igual que ganó la guerra del Golfo

Antonio Caño

El presidente norteamericano, George Bush, en su debut de la campaña electoral de 1992, prometió a los norteamericanos que dirigirá la -recuperación de la economía nacional con "la misma energía y autoridad" con las que, hace un año, condujo la guerra del Golfo. En el Estado de New Hampshire, donde dentro de un mes comienzan las primarias, Bush ha pasado a la ofensiva, aparentemente convencido de que no podrá ganar la reelección desde la Casa Blanca.

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"Estoy harto y aburrido de ver cada día a esos pequeños liberales demócratas echándose encima de mí", dijo Bush el miércoles en un día de recorrido por 12 ciudades de New Hampshire. "Si hubiéramos hecho lo que querían los demócratas, Sadam Husein estaría todavía sentado sobre las arenas de Kuwait y los norteamericanos estaríamos pagando 20 pavos por un galán de gasolina" afirmó.Bush dejó claro en su reencuentro con la política nacional tras el desfallecimiento de Japón que, aunque la economía será el tema clave de la campaña, no renunciará a utilizar el éxito de la guerra del Golfo y otros aspectos de política internacional para recuperar su popularidad.

Cuando llegó a New Hamp-, shire su política económica tenía menos credibilidad, según las encuestas, que la de Jimmy Carter en 1980.

El presidente sabía que se encontraba en un Estado seriamente afectado por la crisis y, humildemente, pidió disculpas por la persistencia de la recesión: "Me he equivocado en el cálculo sobre el tiempo que tardaríamos en iniciar la recuperación".

Sabía, también que se dirigía a una opinión pública que le crítica su desinterés por los problemas nacionales y pidió un margen de confianza: "No sé cómo convencer a la gente de que me preocupo por sus problemas. Mi mensaje hoy es sólo uno: sí, me preocupo".

El presidente atacó en varias ocasiones a "los liberales demócratas" -aunque en New Hampshire son Bill Clinton y Paul Tsongas, ambos de la corriente moderada de la oposición, los dos, candidatos mejor situados, pero no se refirió a su verdadero contricante en estas primarias, el comentarista conservador Pat Buchanan, que está teniendo un éxito sorprendente en su campaña y ha llegado en algunas encuestas hasta el 30% de expectativa de voto. Cuando se le preguntó por él, Bush se limitó a hacer un gesto despectivo con la mano.

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