Un motín de 400 presos propiciado por un apagón origina graves daños en la cárcel Modelo de Valencia
El motín que se produjo en la madrugada de ayer en la cárcel Modelo de Valencia fue producto de la concatenación de "una serie de hechos fortuitos" según el delegado del Gobierno, Francisco Granados. Una avería en el cuadro eléctrico principal causó un incendio que afectó al grupo electrógeno y el penal sufrió un apagón general. Según Granados no existió intencionalidad explícita de motín sino que el apagón creó un clima de tensión que desencadenó los incidentes. El motín se saldó con 21 heridos leves entre los internos y aves daños en las instalaciones. El delegado del Gobierno reconoció la escasez de funcionarios.
Los incidentes en la cárcel Modelo de Valencia, una antigua instalación cuyo desmantelamiento está previsto para finales de este año, se iniciaron en la noche del pasado jueves, después del último turno de cena de los reclusos. Una avería en el cuadro eléctrico principal provocó un pequeño incendio que afectó también al grupo electrógeno de emergencia. El centro penitenciario quedó a oscuras y los técnicos no pudieron reparar la "grave avería" con la "prontitud deseada", según Granados. El director de la cárcel Miguel Carreño, aseguró que no hubo ninguna posibilidad de "intervención intencionada en la avería" Por parte de los presos, que no tienen acceso al lugar en el que se produjo.En el momento de producirse el apagón, poco antes de las 10 de la noche, numerosos presos se encontraban aún acabando de cenar en el comedor. Los internos, según Carreño, se mantuvieron relativamente tranquilos durante los primeros 20 minutos. "Pero luego empezaron los conatos", añadió el director, "influidos por la tensión que produce en las personas la oscuridad". Para el responsable del centro penitenciario, "fue la misma situación de impunidad creada por el apagón la que empujó a los internos en sus acciones".
Carreño insistió ayer en que los incidentes fueron espontáneos y en que no hubo grupos organizados, ni intentos de fuga, a presión o secuestro de funcionarios. Estos se fueron retirando hacia el centro de vigilancia conforme los ánimos se iban encrespando en el comedor. Los internos se crecieron Y empezaron a controlar más dependencias de la prisión, abrieron las Puertas a los que ya estaban en sus celdas, hasta sumar un total de unos 400 amotinados, y accedieron a los patios interiores. Un grupo de "unos 15 o 20", según Granados, accedió a los talleres, donde se produjeron los daños más graves, para conseguir armamento, y prendió fuego. El intento de asalto de la enfermería no se consumo.
Mientras numerosos curiosos seguían la algarada y el incendio desde los balcones y terrazas cercanas y algunos presos lanzaban objetos al exterior de la cárcel cuyo perímetro controlaban las fuerzas policiales, Granados y su equipo preparaban la operación para reducir a los amotinados, que se inició poco después de la una de la madrugada. Miembros de la Guardia Civil y de la Policía Nacional, entre ellos efectivos de cuerpos especiales, participaron en el asalto, en dos oleadas, y en el que fueron lanzados botes de humo y pelotas de goma. Apenas 'media hora después era controlado el motín, a falta del recuento de presos, realizado poco después.
21 heridos
Los incidentes se saldaron con 21 presos heridos leves, según Granados, quien aseguró que sólo uno, con una fractura en un dedo de una mano, fue atendido en el hospital General.Por contra, los daños materiales fueron n grandes, especialmente en los talleres, que quedaron prácticamente arrasados por el fuego. El montante económico de los daños en los talleres no se conocía aún ayer porque, según Carreño, las empresas que los regentan no los habían evaluado todavía. Carreño tasó en casi seis millones. de pesetas los daños registrados en los economatos, en las instalaciones eléctrica y de fontanería y en otras dependencias afectadas por los incidentes.
Granados, que se felicitó porque "el dispositivo terminó con un resultado halagüeño", reconoció la escasez de funcionarios en la cárcel Modelo de Valencia. En el momento del apagón eran unos 20 los que se encontraban en el centro penitenciario -de un total de 230- aunque posteriormente se sumaron otros que acudieron "de forma voluntaria".
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