Rusia y Ucrania liberalizan los precios a partir de hoy
S. S. El Gobierno de Kiev decidió ayer secundar la decisión de la Federación Rusa de liberalizar los precios a partir de hoy. Ucrania se había mostrado, en principio, reticente a la decisión de Borís Yeltsin, que se negaba a aplazar la entrada en vigor de la más anunciada y temida de las medidas económicas que conforman su reforma radical hacia el capitalismo: la liberalización de los precios, que rompe con siete décadas de estricto control. El Estado dejará de fijarlo que cuestan la mayor parte de los productos, aunque aún mantendrá límites a las subidas de los bienes de primera necesidad.
La población, según recientes encuestas, sigue mostrándose pesimista ante el futuro económico, pese a las declaraciones de los dirigentes rusos anunciando que, aunque los primeros meses serán muy duros, las mejoras ya se apreciarán en otoño.Las autoridades ucranias decidieron adelantar la medida, que preveían tomar el próximo 10 de enero, con el fin de "proteger el mercado ucranio, teniendo en cuenta la situación económica extremadamente dificil y las consecuencias de la liberación de precios que la Federación Rusa pondrá en vigor el 2 de enero", señaló una resolución adoptada por el Gobierno de Kiev. El resto de las república integrantes de la Comunidad de Estados Independientes tenía previsto secundar a Kiev y Moscú en los próximos días, con el fin de reducir las consencuencias negativas para sus mercados de la liberalización de precios en las dos antiguas repúblicas soviéticas más ricas (Ucrania y Rusia).
Tipos de pan
A partir de hoy, algunos tipos de pan quedan a precio libre y el resto podrá triplicarse, lo. que situará a estos últimos en un máximo de dos rublos por kilo (poco menos de dos pesetas), un precio que no es bajo si se considera que un salario de 400 o 500 rublos aún es considerado bueno. Junto al pan, se establece que como máximo se podrán triplicar los precios de la leche, la mantequilla, la sal y la gasolina; el azúcar podrá multiplicarse hasta por 3,5; las cerillas, por cuatro; el vodka, por 4,5; y el carbón y el gas, por cinco. Las tarifas ferroviarias se duplicarán y las aéreas interiores se triplicarán.
Esta medida de subir los precios es considerada necesaria por la mayor parte de economistas y políticos, pero algunos opositores han criticado su oportunidad: creen que liberalizar los precios sin que existan mecanismos reales de mercado comporta simplemente una subida enmascarada. Basan esa afirmación en que la distribución y venta de la mayor parte de los productos alimenticios sigue estando en manos del Estado.
De momento, el mayor mecanismo de compensación que va a establecerse las primeras semanas es la ayuda internacional, con la que se pretende llenar los estantes vacíos y evitar una excesiva escalada de los precios. Los primeros envíos de la ayuda de la Comunidad Europea aprobada en la cumbre de Maastrich han llegado ya a Moscú y San Petesburgo. El último día del año se firmó en la capital el acuerdo que prevé los mecanismos de reparto de las 150.000 toneladas de carne, alimentos para niños, mantequilla y medicinas: serán distribuidos por la red de tiendas del Estado y además se harán dos o tres subastas a particulares. El dinero obtenido será destinado a programas sociales.
El gran temor que se manifiesta en la prensa rusa es que estas subidas, que acelerarán una inflación que ha sido ya muy alta en 1992 (del 2% al 3% semanal en otoño), desencadene disturbios. El responsable económico ruso, Yégor Gaidar, prevé que el aumento del coste de la vida sea del 150% el mes de enero.
La privatización no va a acompañar en los primeros días a la subida de precios. El Gobierno aprobó sus líneas maestras en su última reunión del año, pero no se han establecido aún sus mecanismos precisos. También se echa en falta la prevista supresión de los cambios irreales del rublo: mientras que según el denominado cambio turístico (el más real) se necesitan en tomo a 100 rublos para comprar un, dólar, según el cambio comercial, que se aplica a las transacciones con el exterior, un dólar equivale a 1,8 rublos. El Banco Central de Rusia ha anunciado que a partir de hoy pagará 110 rublos por dólar (hasta ahora daba 90), pero no ha hecho ninguna referencia al cambio comercial.
Una drástica contención del gasto público, la liberalización del comercio con el exterior, la reforma fiscal y la reforma agraria completan el paquete de medidas económicas que Rusia pondrá en marcha las próximas semanas para conseguir que, en palabras de Yeltsin, la economía se estabilice el próximo otoño.
Los ciudadanos no son tan optimistas como su presidente. Según una encuesta difundida el lunes por Tass, el 43% de los moscovitas cree que la economía va a seguir deteriorándose, mientras que sólo el 22% considera que mejorará en 1992. Un sondeo efectuado por Pravda entre expertos rusos y extranjeros da como resultado que el 83% considera. que la mejoría no aparecerá este año.
Reconocimiento comunitario
[Por otra parte, los doce países de la Comunidad Europea se declararon dispuestos el martes a reconocer a ocho repúblicas de la antigua URSS: Armenia, Azerbaiyán, Bielorrusia, Kazajistán, Turkinenistán, Ucrania y Uzbekistán, informa France Presse].
[Los Doce afirman haber acogido de manera favorable la respuesta de estas repúblicas a las exigencias previas formuladas por la Comunidad, especialmente en lo tocante al respeto a la democracia. Los Doce añaden que reconocerán a Kirguizistán y Tayikistán una vez que hayan satisfecho los mismos requisitos.
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