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Una bufanda para él corazón

Experimentada en España la cardiomioplastia, una técnica complementaria al trasplante

Carlos Arribas

Una oveja entró en el quirófano experimental de la Policlínica de San Sebastián hace unas semanas. Los cirujanos que la operaron no le curaron nada, al contrario: el animal fue sometido a una operación de corazón con una técnica poco utilizada en España, la cardiomioplastia. Este experimento ovino fue el último en ese centro antes de practicar la operación con enfermos del corazón para los que hasta ahora la única alternativa era el trasplante. La nueva técnica, que abre expectativas para pacientes desahuciados, se ha aplicado por primera vez en personas en una clínica de Navarra.

La cardiomioplastia consiste en desgajar el músculo dorsal ancho izquierdo de vértebras y costillas, manteniendo su unión con la axila, por donde el músculo conservará sus fuentes de alimentación nerviosa y sanguínea. Con el colgajo muscular resultante se elaborará una bufanda que pasará por debajo de] pulmón y del corazón para envolver a éste. El dorsal, estimulado eléctricamente por un marcapasos de manera sincrónica al latido del corazón, supondrá una fuerza externa que ayudará al músculo cardiaco incapaz. La falta de músculo dorsal ancho no deja ninguna secuela funcional importante para el movimiento del brazo.Los defensores de esta técnica, puesta en práctica por primera vez en París hace seis años, sostienen que mejora la capacidad funcional del enfermo y puede detener la evolución de la enfermedad subyacente al síntoma tratado (escaso porcentaje de sangre bombeada por el corazón). Este síntoma es propio de una serie de enfermedades (miocardiopatías dilatadas de origen viral, alcohólico, displásico, reumático, idiopático, metabólico o de Chagas, miocardiopatías isquémicas), cuya única posibilidad de curación estribaba en el trasplante cardiaco y la asistencia mecánica.

Marcapasos específico

La técnica es aún experimental, no tanto en el lado quirúrgico corno en el desarrollo de un marcapasos capaz de ayudar al corazón débil y de estimular sincrónicamente al músculo con que se envuelve al miocardio. Aunque el pasado febrero se realizó en Navarra la primera cardiomioplastia efectuada en España, el trabajo del equipo de Ignacio Gallo, cirujano cardiaco, y José Luis Martínez de Ubago, hemodinamista, servirá como única referencia en España para la toma de datos necesarios para la aprobación de un marcapasos específico en Estados Unidos.

El dorsal ancho es un músculo estriado, como todos los músculos que sirven al hombre para mover su cuerpo y mantenerse de pie -llamados esqueléticos-, y sólo se activa tras recibir impulsos nerviosos del cerebro. Además, se fatigadespués de realizar una tarea repetidamente. El miocardio es el único músculo estriado cuyo movimiento no depende de un estímulo nervioso. Sus contracciones y dilataciones proceden de la energía eléctrica creada en el mismo corazón.

Lo primordial de la cardiomioplastia es una transformación cualitativa de una parte del cuerpo: el dorsal ancho, mediante la estimulación eléctrica se adapta al trabajo cardiaco, transforma sus fibras rápidas en lentas, resistentes a la fatiga. Se convierte así en una fuente de energía para el corazón insuficiente.

La limitación en la edad -sólo se puede efectuar cardiomioplastias a enfermos entre 18 y 65 años- es una de las mayores pegas de la técnica. Otros problemas surgen si el paciente no tiene un dorsal ancho de buena calidad, y el tiempo que se emplea en adaptar al músculo dorsal ancho a su nueva misión (unas dos semanas), lo que prohíbe su uso en enfermos con fallo cardiaco terminal. También contraindican su empleo la dilatación cardiaca importante y la insuficiencia de la válvula mitral.

Frente a los inconvenientes, la cardiomioplastia ofrece ventajas sobre el trasplante: no depende del número de donantes, lo que elimina las listas de espera; no tiene problemas de rechazo, lo que evita la necesidad de suprimir las defensas inmunológicas, y aumenta la calidad de vida del enfermo respecto a los pacientes trasplantados. A ello habría que añadir que cuesta menos dinero efectuar una cardiomioplastia que un trasplante.

Pero, mientras Ignacio Gallo se lamenta de la poca difusión de la técnica en España, algunos colegas no comparten su optimismo sobre la validez del método. Así, Luis Alonso Pulpón, cardiólogo de la clínica Puerta de Hierro, de Madrid, centro que realiza el mayor número de trasplantes cardiacos en España, no ve ninguna ventaja a la cardiomioplastia sobre el trasplante. En su opinión, la cardiomioplastia es una técnica complicada, que pone en riesgo la vida del paciente y que ha dado malos resultados en el tratamiento de las miocardiopatías dilatadas.

Para Alonso Pulpón, la nueva técnica sólo puede aplicarse a pacientes que tras haber sufrido un infarto de miocardio desarrollan un aneurisma (embolsamiento de sangre con adelgazamiento de la pared vascular) y no son suceptibles de recibir un trasplante.

Desde 1985 hasta julio de 1990, en el hospital de Broussais, en París, centro pionero de la técnica, se efectuaron 34 cardiomioplastias, falleciendo sólo ocho de los pacientes.

Un músculo especial

El corazón es un músculo de un tamaño similar al de un puño con cuatro cavidades. A él llega sangre impura que remite a los pulmones. Los pulmones se la devuelven oxigenada. El corazón se queda con un poco para su propio riego y el resto la bombea a través de las arterias para que alcancen el resto del cuerpo.Para que el corazón cumpla sus funciones necesita moverse rítmicamente, dilatarse cuando sus aurículas reciben la sangre de las venas y contraerse para, estrujando su interior, trasvasarla a las ventrículas y de ahí a las arterias. Esos movimientos los realiza sin necesidad de ningún impulso nervioso externo, ya que tiene sus mecanismos de estimulación eléctrica.

Cuando la contracción no es lo suficientemente fuerte, el corazón bombea un porcentaje más bajo de la sangre que recibe. Como el cuerpo exige una cantidad de sangre suficiente, el corazón enfermo, en esos casos, hace acopio de más sangre, por lo que se dilata y aumenta de tamaño. Las miocardiopatías son enfermedades que afectan al músculo cardiaco propiamente dicho. Son dolencias únicas dado que no son el resultado de dolencias hipertensivas, congénitas, valvulares o pericardiacas y, rara vez, de isquemias (falta de provisión sanguínea para el riego del propio miocardio a causa de una angina de pecho o un infarto de miocardio).

30% de muertes

Las miocardiopatías son una causa muy importante de mortalidad, llegando en algunos países a suponer el 30% de las muertes debidas a enfermedades cardiovasculares.

Las enfermedades del miocardio pueden ser primarias -su causa no proviene de otras dolencias- y secundarias -son manifestaciones de algún otro proceso sistémico-. Clínicamente, las hay de tres tipos: dilatadas (agrandamiento del ventrículo izquierdo y fallo cardiaco congestivo), hipertróficas (empequeñecimiento del ventrículo) y restrictivas (agrietamiento del ventrículo).

El origen de las miocardiopatías no primarias puede ser metabólico, como las debidas al beri-beri, o el envenenamiento con cobalto, común en bebedores de grandes cantidades de cerveza. También hay cardiopatías causadas por el consumo de alcohol o drogas; o por un parásito, como la de Chagas, común en América Latina.

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Sobre la firma

Carlos Arribas
Periodista de EL PAÍS desde 1990. Cubre regularmente los Juegos Olímpicos, las principales competiciones de ciclismo y atletismo y las noticias de dopaje.

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