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Chelo (300 millones): "He venido en autobús"

Los empleados de Galerías acudieron ayer a trabajar con toda normalidad

Los 250 empleados de Galerías en Serrano no se han hecho todavía a su nueva condición de ricos. Les cayeron 10.890 millones del gordo de la Lotería de Navidad, repartidos entre todos, excepto los trabajadores eventuales. Ayer acudieron a sus puestos como todos los lunes, aunque bastante más contentos, convencidos de que no abandonarán su empleo. Eso sí, los empleados aseguran haber dormido a pierna suelta estos dos días. Chelo Rusiñol, que ha ganado 300 millones, decía ayer entre risas: "He venido a trabajar en el autobús de la línea 35, que he pagado con mi bonobús".

Todos los empleados consultados ayer tienen a buen recaudo, ingresado en el banco, los millones del gordo. Al que tuvo menos suerte le tocaron 10 millones, y 300 al que más. Están convencidos de que seguirán trabajando, aunque algunos apostillan: "Por el momento".Los empleados de Galerías querían aparentar que este lunes es como los demás, pero están convencidos de que se, trabaja con más alegría con los millones que les ha dado el azar. Comprar una casa y hacer grandes viajes son los objetivos primeros y en los que coinciden casi todos.

Otro comentario en boca de los empleados era la alegría por compartir el premio con el colectivo de los trabajadores de' la calle de Serrano de Galerías.

En la sección de complementos, en la planta que da a la calle, todo son risas y abrazos, dos días después de haber caído el gordo. Chelo Rusiñol, de 34 años, jefa de esta sección, dice estar "como una cuartilla en blanco". No así su libreta bancaria, en la que ahora aparece una suma de 150 millones de pesetas. El resto, otro tanto, lo repartió entre familiares y amigos.

Chelo exclama entusiasmada: "¡Pero cómo no voy a venir a trabajar, con el ambiente que hay aquí; todas mis compañeras contentas, a ésta hasta le ha salido novio", dice señalando a Toñi que contesta airada: "Oye, eso no es verdad". Risas, abrazos, gritos... El ambiente en la sección de complementos es más distendido que en otras secciones del comercio, con diferencia. En la segunda planta, la de señoras, poco concurrida en la mañana de ayer, se trabajaba con normalidad, aunque las caras de los empleados rezumaban satisfacción.

Una dependienta, que todavía no sabe qué hacer con los 60 millones que le han tocado no sé ni lo que pienso"-, asegura: "Somos profesionales, aquí nadie deja el puesto". Sin embargo, una empleada eventual, que no jugó a la lotería, señala con recelo: "Alguno que esta mañana ha tenido una bronca con un superior ha dicho que coge el petate y se va".

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La misma responsabilidad hacia el trabajo mostraba otra empleada de la sección de señoras, que no quiso identificarse, agraciada con 60 millones: "No voy a dejar de trabajar, un puesto de trabajo es un puesto de trabajo". Esta mujer, que comparte el premio a partes iguales con su madre, piensa sacar rendimiento al dinero de su progenitora: "Posiblemente compraré una casa, como inversión". Con su parte, lo primero que quiere hacer es "un viaje por Europa, y más adelante, cruzar el charco".

Maite, con 25 millones más en el banco, piensa comprar una casa, la propiedad a la que aspiran casi todos los agraciados. "Antes no podía ni siquiera plantearme tener una casa, pero ahora lo haré".

En la peluquería, Francisco, Joaquín y Alicia han ganado-10 millones. Atienden a los clientes como si nada les hubiese sucedido. Dicen que no les Ira costado acudir al trabajo, aunque lo hacen más, contentos que los días anteriores a ese 21 de diciembre que no olvidarán. Alicia se dispara al rato: "Estoy como unas castañuelas. Fíjate que me iba a casar dentro de dos años, pero ahora lo voy a adelantar al 92. Con dinero todo es más fácil".

Negociar con los bancos

Julián Sánchez, empleado de seguridad, ha repartido entre sus familiares parte de los 60 millones que le han tocado, y esto es lo que le da mayor alegría. Julián recuerda que no todo son sonrisas en Galerías: "Por lo menos podremos vivir con más sosiego, ya que los sueldos que se pagan son míseros. Siempre estamos con una gran incertidumbre encima por la trayectoria que lleva esta empresa". Julián también está preocupado por sacar el mejor partido a su dinero y al de sus compañeros: "Ahora nos uniremos para negociar con los bancos que nos pretenden, según lo que nos ofrezcan".

Pese a la satisfacción que muestran muchos empleados por compartir el gordo con sus compañeros, hay unos cuantos que se han quedado fuera de esta borrachera de millones. Se trata de los trabajadores eventuales y de algún que otro despistado que, por exceso de trabajo, no se paró en su día a coger su participación. Así le ha sucedido a un empleado que manipula los televisores expuestos en el comercio. Este trabajador decía que no había más que mirarle la cara para saber que no jugó a la Lotería de Navidad.

Dos días sin comer

En Galerías de Serrano había ayer empleados que reaccionaban con tranqulidad pasmosa, casi sin inmutarse, al hecho se saberse millonarios. Una dependienta de la planta de señoras, a la que han correspondido 10 millones del gordo, dice: "Yo pensaba que tocarte la lotería haría más ilusión, pero lo llevo con mucha tranquilidad, como si en realidad no hubiese pasado nada". Asegura que ha ido a trabajar con el ánimo de otros días, después de trabajar también el domingo.Carmen, una compañera de la anterior, ha recibido 10 millones. También es comedida en sus comentarios: "Con este dinero en el bolsillo puedes disfrutar un poco más de las cosas cotidianas, vivir más tranquila, pero, por lo demás, tu vida es de lo más normal".

En cambio, un dependiente de la sección de deportes, José, agraciado con la misma cantidad, cuenta, pálido, con los ojos desorbitados y cara de auténtico susto: "No he comido más que un bocadillo desde el sábado, por los malditos nervios no he sido capaz de probar bocado... ¡Acostumbrado como estoy a no tener ni una perra en el bosillo!".

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