El Gobierno estudia el envío de un batallón de la Legión a Yugoslavia

El Ministerio de Defensa está elaborando planes para enviar a Yugoslavia un batallón de la Legión, integrado por entre 500 y 600 hombres, según fuentes próximas a dicho departamento. Este batallón se integraría dentro de la fuerza de paz que la ONU se propone desplegar en Croacia en el momento en que se cumplan las condiciones exigidas por el Consejo de Seguridad, fundamentalmente el respeto a los acuerdos de alto el fuego por parte de los contendientes, y que contaría con unos 10.000 miembros.

Aunque no existe decisión oficial, ya que la ONU no ha planteado todavía una petición formal al Gobierno de Madrid, diversas fuentes consultadas dan por seguro que el Ministerio de Defensa encargará esta vez a la Legión la responsabilidad principal de la contribución española. El asunto ha sido objeto de debate entre las autoridades políticas y militares del departamento.La opción más cómoda, reconocen las fuentes consultadas, era recurrir a la brigada paracaidista, que corrió con el peso de la misión de ayuda al pueblo kurdo desarrollada en el norte de Irak al término de la guerra del Golfo, con unos resultados ampliamente satisfactorios. En contra de la Legión pesaba, además, la frecuencia con que los miembros de este cuerpo se ven envueltos en incidentes con la población civil y que, de repetirse en el extranjero y en el marco de una misión de paz de la ONU, podrían perjudicar la imagen internacional de España. Sin embargo, según diversos indicios recogidos por EL PAÍS, los responsables del Ministerio de Defensa han decidido asumir ese riesgo y dar una oportunidad a la Legión para que, a través de una misión tan compleja y potencialmente lucida como la de Yugoslavia, demuestre su eficacia y rehabilite su imagen ante la propia sociedad española.

El teniente coronel Fidel Dávila, encuadrado hasta ahora en la operación de las Naciones Unidas en Centroamérica (Onuca), forma parte del equipo de 20 personas que el Consejo de Seguridad ha decidido mandar de inmediato a Yugoslavia para estudiar sobre el terreno las zonas donde se desplegarían los cascos azules y las características concretas de las fuerzas a enviar.