Un esfuerzo poco repartido
Uno de los principales problemas planteados en la asistencia a enfermos seropositivos es la exclusión de la atención primaria. Ambulatorios y centros de salud suelen derivar a estos pacientes a los hospitales, cuando, en algunos casos, podrían ser tratados en esas consultas. Así sucede con los enfermos asintomáticos (pacientes infectados que no han desarrollado todavía la enfermedad) y los enfermos de sida terminales, que requieren cuidados que podrían administrarse en su casa.De nuevo la iniciativa personal entra en juego. Los especialistas de algunos hospitales han comenzado a mantener contactos con los centros de salud de sus áreas. En el sector 4 (San Blas-Ciudad Lineal-Hortaleza), el hospital Ramón y Cajal y la dirección de Atención Primaria han puesto en marcha un programa de coordinación. Por lo demás, no existe de momento mayor relación entre los dos niveles asistenciales.
A la falta de formación se une el aislamiento de los centros de salud. "No es tanto inhibición como falta de directrices institucionales", afirma un médico de familia. "Los cauces para que la atención a los pacientes con sida funcione con agilidad en los centros de salud no están abiertos".
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