ETA quiere imponer sus condiciones de diálogo para abrir una tregua de dos meses sin atentados

La dirección de ETA reiteró ayer, en una entrevista en el diario Egin, su disposición a una tregua de 60 días a cambio de ciertas condiciones, pero amenaza con continuar la "lucha armada" si no se cumplen. El portavoz califica de "claudicantes y erróneas" las opiniones de los presos Isidro Etxabe y Jon Urrutia, pero demuestra haber encajado las críticas de ambos al asesinato de niños al anunciar un esfuerzo "para que no vuelvan a ocurrir (...) o al menos se reduzcan al minimo".

Los partidos vascos consideraron en general inaceptable, las condiciones expuestas y el Gobierno rechazó pronunciarse, aunque señaló que la misma pu blicación de la entrevista s una muestra de debilidad y un intento de frenar el impacto de las críticas de Etxabe y Urrutia.Las exigencias de ETA consisten en que se desplace a Santo Domingo el secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, con el fin de reanudar los contactos con el grupo de dirigentes deportados allí, encabezado por Antxon Etxebeste, y un compromiso para trasladarlos luego a un "país neutral". La banda armada exige también un "compromiso formal" de incorporación,de otros representantes.

Las condiciones exigidas por la dirección de ETA para abrir una tregua de dos meses no son nuevas, aunque en los últimos comunicados descarta como condición previa que el Gobierno suscriba públicamente los ocho puntos" de Argel. En esta ocasión es más explícita si cabe y señala que está "dispuestos a aplazar razonablemente, o, si se prefiere, a ralentizar, la plasmación de los ocho puntos, retomando el proceso de conversaciones políticas sobre bases sólidas".

El presunto dirigente de ETA entrevistado en ocho páginas, que aparece encapuchado, sin armas y bajo el anagrama de la organización terrorista (el hacha y la serpiente), arremete contra las declaraciones de los presos Urrutia y Etxabe. En el análisis de la actual cúpula de ETA no hay sitio para lo que considera "erróneos y, con frecuencia, claudicantes planteamientos políticos" de ambos presos, y "menos cuando esos planteamientos vienen (...) de una estrategia del ministerio [del Interior]".

El encapuchado asegura que se mantiene "la firmeza y coherencia política" de los 525 reclusos de la banda y mantiene que "no hay novedades en las declaraciones de los dos presos de Nanclares". A renglón seguido, no obstante, el portavoz escoge un tono de disculpa sobre los atentados; indiscriminados y los asesinatos de niños: "Además de sentir un profundo dolor por las consecuencias no deseadas de algunas de nuestras acciones, realizamos también valoraciones críticas y autocríticas, de las que extraemos conclusiones concretas en el ámbito operativo y técnico". ETA adelanta que se esforzará "para que no vuelvan a ocurrir estos sucesos, o al menos se reduzcan al máximo

El entrevistado critica a todos aquellos que "cuestionan la lucha armada y callan y agachan la cabeza ante la dura realidad de la violencia del Estado español", porque están incurriendo en una "grave contradicción". La organización terrorista no da demasiado margen a la esperanza y advierte: "Las razones que nos obligaron a emprender la lucha armada siguen vigentes" y "mientras no haya una resolución de fondo del conflicto, ETA va a continuar en pie".

La banda armada critica las últimas declaraciones de Rafael Vera, que, a juicio de la dirección, "reflejan una falta de control político total", aderriás de preparar "las condiciones para que puedan ocurrir atentados como el del hotel Alcalá", en el que fue asesinado el diputado de HB Josu Muguruza y resultó herido de gravedad Iñaki Esnaola.Vera, "interlocutor válido"

A pesar de estas des calificaciones, ETA no cuestiona la figura de Vera como "interlocutor válido" mientras desempeñe el cargo de secretario de Estado para la Seguridad. El problema no es de interlocutores, según la banda, sino de voluntades, y se asegura en la entrevista que los últimos contactos desarrollados en febrero de 1991 en la República Dominicana para retomar las conversaciones fracasaron "porque no hay voluntad" por parte del Gobierno.

El encapuchado protagonista de la entrevista afirma que la organización permanece "al margen del conflicto de la autovía, en la confianza de que se logre un consenso o en su defecto se convoque un referéndum".

ETA niega responsabilidad alguna en la colocación dela bomba que el pasado 16 de noviembre causó graves daños a las dependencias de la empresa Construcciones Moyúa en Bilbao, una de las adjudicatarias del tramo guipuzcoano de la autovía, aunque se niega a confirmar o desmentir el envío de cartas amenazantes a los empresarios del consorcio.