Mitterrand y Kohl estudian las concesiones que pueden hacer a Major

François Mitterrand y Helmut Kohl ponían a punto anoche en un restaurante de París una estrategia común ante la inminente cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Comunidad Europea (CE). El presidente francés y el canciller alemán se ponían de acuerdo en las concesiones que están dipuestos a hacer al primer ministro británico, John Major, para conseguir que Londres no se "desenganche" en Maastricht del proceso de construcción europea.

Horas antes, el ministro francés de Asuntos Exteriores, Roland Dumas, había sugerido en Bruselas la posibilidad de renunciar en caso extremo a la noción de federalismo en el futuro tratado sobre la Unión Europea. A lo largo de toda la jornada fuentes próximas a Mitterrand habían afirmado que el presidente francés considerará que la cumbre de Maastricht ha concluido con un éxito si ésta "fija sin ambiguedad los grandes objetivos de la construcción europea" y "establece mecanismos que la hagan irreversible". Esas fuentes aseguraban que Mitterrand está dispuesto a efectuar "ciertas concesionesPor razones de prestigio internacional, política interior y trayectoria personal, el presidente francés necesita imperiosamente poder anunciar la próxima semana que los Doce han llegado a un acuerdo en Maastricht.

Mitterrand recibió a primeras horas de la noche a Kohl en el Elíseo y luego se lo llevó a cenar a uno de sus restaurantes parisienses favoritos. El clima entre los dos hombres era de complicidad en lo relativo a la próxima cumbre europea. El presidente francés y el canciller alemán, europeístas convencidos, han sido los principales artífices de la aceleración de la construcción europea que ha conducido a Maastricht.

Menos de acuerdo estaban los dos hombres en lo referente al conflicto yugoslavo, el otro plato fuerte de su conversación. Alemania ha expresado su deseo de reconocer la independencia de Eslovenia y Croacia antes de Navidad. Francia tiene menos prisas, cree que ese reconocimiento debe ser adoptado colectivamente por los Doce y debe ir acompañado del compromiso de eslovenos y croatas de discutir la cuestión de las fronteras y de las minorías.