La comparecencia semanal de González, transformará el Congreso, según Pons

Si la comparecencia periódica del presidente del Gobierno en el pleno del Congreso "llega a plasmarse en el Reglamento y se convierte en una práctica consolidada, significará el cambio más importante de funcionamiento y de talante de la Cámara, desde 1977". Con, esta rotundidad valoró ayer Félix Pons, presidente del Congreso, la posibilidad de que la reforma reglamentaria de la Cámara establezca la comparecencia semanal del presidente del Gobierno para responder a los diputados.

Durante una conferencia de prensa celebrada en el Congreso, Pons anunció que ha convocado para el próximo día 11 de diciembre a la comisión de Reglamento que él mismo preside para proponer que se constituya una ponencia que inicie los trabajos de redacción de un nuevo reglamento.En el pleno del jueves, el presidente del Gobierno, Felipe González, reiteró su disposición a someterse a las preguntas de los diputados, con el mismo sistema que en la Cámara de los Comunes británica, donde el primer ministro acude una vez a la semana para contestar durante 15 minutos las cuestiones que plantean los diputados.

Junto a ello, en las últimas semanas y tras el plante de la oposición en el pleno de los Presupuestos Generales del Estado, se ha hecho patente la necesidad de reformar el Reglamento, y el propio Pons anunció su deseo de poner en marcha el mecanismo legislativo correspondiente en el pleno que concluyó con un incidente entre el diputado popular Federico Trillo y el ex vicepresidente del Gobierno, Alfonso Guerra, en el debate de la llamada ley Corcuera.

Pons dijo ayer que confla en que el texto pueda estar acabado antes del verano y que no desea predeterminar lo que será la reforma.

Félix Pons dedicó la mayor parte de su comparecencia a explicar las normas hechas públicas el miércoles, que regulan el trabajo de los periodistas en los pasillos del Congreso y que habían causado malestar entre algunos profesionales, especialmente de radio y televisión.

El presidente admitió que la redacción de las normas había producido confusión y dijo que, puesto que se le habían consultado, deseaba "asumir la responsabilidad de las mismas y dar la cara" para explicar cual era su verdadero alcance.

El hecho cierto es que el presidente del Congreso repitió en varias ocasiones que lo único que se prohíbe es celebrar ruedas de prensa improvisadas en el pasillo por el que se accede al hemiciclo para evitar, "por razones de seguridad", que quede taponado. Esas ruedas habrán de celebrarse en la sala contigua al pasillo.

Con esta explicaciones se suavizan las normas escritas y se rectifica, de hecho, la postura inicialmente mantenida.