España y la democracia
Las peticiones para que Felipe González interceda para una pronta democratización de Guinea en su próxima visita son compartidas por la oposición interna de la ex colonia española en el África negra. Sin embargo, unas declaraciones efectuadas el pasado mes de agosto por el embajador español en funciones en Malabo, asegurando que "Guinea se encamina segura y fuertemente hacia la democracia, si es que no la tiene ya", han sembrado la indignación en Malabo."Si tenemos en cuenta que estas palabras se produjeron a las pocas semanas del. entierro de una víctima de los malos tratos en las cárceles y con una lluvia de detenciones, este tipo de palabras no sólo son una falta de respeto y sensibilidad hacia el pueblo guineano". Quien habla es un joven representante del PCDS, el único partido que mantiene una férrea clandestinidad, pues dice que Obiang no les perdona ser los autores de los panfletos que cíclicamente caen por las calles de Malabo.
Su indignación se enciende aún más al recordar que el diplomático español hizo estas declaraciones al ser preguntado por la prensa local sobre una crónica de la agencia española Efe que había provocado las iras de las autoridades por comentar que Guinea aún no había alcanzado la democracia. "Esas informaciones no tienen nada que ver con la realidad" contestó el diplomático. Además, el diplomático resaltó que la visita de González -que entonces estaba anunciada para septiembre- venía a confirmar "los lazos de hermandad ante España" y el "hermano presidente Teodoro Obiang" al que calificó de "máximo dignatario al que admiramos y deseamos lo mejor" en su labor para la democratización.
Todos los partidos de la oposición interna critican duramente las medallas con las que dudosos intereses comerciales italianos y franceses han premiado la supuesta labor de Obiang a favor de los derechos humanos. Con ironía, el portavoz del PCDS dice: "Si Felipe viene para ponerle una nueva medalla, ¡mejor que se quede en su casa!".
