El PP presupuesta unas transferencias del Estado superiores a las que prevé el Gobierno

JUAN A. CARBAJO, El Partido Popular aprobó ayer en solitario los presupuestos del Ayuntamiento para 1992 (348.553 millones) con las previsiones de ingresos en el alero. Así, el PP calcula que recibirá 80.300 millones del Estado allí donde el Gobierno sólo prevé 72.677 millones. Madrid se suma con esta partida "reivindicativa" como la definió el PSOE, a la guerra que municipios y Hacienda mantienen en torno a la participación de las ciudades en los Presupuestos del Estado. El alcalde, además, aseguró que rectificará el tipo impositivo del impuesto de bienes inmuebles (IBI) para que no suba un 18%.

Nadie nombró al ministro de Hacienda en el pleno municipal celebrado ayer para aprobar los presupuestos de 1992, pero seguramente todos se acordaron de él. De la pugna que sostienen los ayuntamientos con Carlos Solchaga depende que las previsiones económicas del Gobierno municipal no se que den en papel mojado. Hay tres grandes incertidumbres:1. Transferencias. El Gobierno quiere revisar los criterios que determinan la cuantía de las transferencias del Estado a los ayuntamientos. Una intención que, según la federación de municipios, reduce las expectativas económicas de las haciendas locales.

La oposición criticó ayer que el Ayuntamiento de Madrid diera la batalla por ganada antes de tiempo y presupuestara 7.600 millones más de los que en estos momentos está dispuesto a dar el Estado "Compartimos esa reivindicación", comentó el concejal socialista Alfredo Tejero, "pero no es legítimo contemplar en los presupuestos algo que sólo es eso, una reivindicación".

2. Anulación. La incertidumbre que podría implicar la anulación del impuesto de activida des económicas si, como volvió a pedir el PP, se aplazara su en trada en vigor. Este impuesto, que sustituirá a la licencia fiscal y el de radicación que pagan empresarios, comerciantes y profesionales, "afecta más a los económicamente más débiles es confiscatorio y produce agravios comparativos". El equipo de gobierno intentará en un próximo pleno que el PSOE e TU les apoyen para so licitar al Estado la anulación del impuesto.

3. Bienes inmuebles. Todavía no es definitivo el tipo impositivo que el Ayuntamiento aplicará el próximo año a los valores catastrales para determinar el IBI. Provisionalmente, el PP determinó que el tipo subiera del 0,40% al 0,45% (un 12,5%) pero se comprometió a revisarlo si el Estado, a su vez, elevaba los valores catastrales (que dejarían la subida total en el 18,1%). El alcalde aseguró ayer que se bajará el tipo si el Congreso de los Diputados aprueba la actual redacción de la Ley de Presupuestos, que prevé un incremento del 5% en el catastro. La rectificación municipal puede alterar también el capítulo de ingresos por este concepto.

Intervención en el mercado

El concejal de Hacienda, Fernando López-Amor, dedicó parte de su intervención a justificar la intención municipal de poner a la venta, entre el Ayuntamiento y sus empresas autónomas, 76.000 millones de pesetas en suelo e inmue bles. "Mantener el fuerte rítmo inversor nos ha forzado a buscar nuevos sistemas de generación de recursos", comentó. Según su opinión, el objetivo municipal es intervenir "agresivamente" en el mercado del suelo para "contribuir a la bajada de sus precios". "El Ayuntamiento no es un acaparador de suelo", sentenció.

La oposición no estuvo nada de acuerdo. Tejero comentó: "Van a vender el mejor patrimonio que tiene el Ayuntamiento para cubrir un presupuesto reduccionista. Además, van a emborrachar de suelo el mercado". Francisco Herrera, de IU, aseguró que "es falsa la presunción de que así pueden bajar los precios del suelo. No se puede aplicar al mercado inmobiliario la teoría de la comercialización de la naranja".

El PP considera sus presupuestos "políticamente innovadores, económicamente austeros y socialmente progresistas".

López-Amor destacó, entre las virtudes de sus previsiones económicas, la contención del gasto público y el de personal. "Cada madrileño pagará el próximo año 34.310 pesetas (un 2,7% menos que éste) y recibirá servicios por valor de 119.921 pesetas (un 5,5% más)".

El PSOE criticó que la llamada a la autofinanciación a las empresas municipales signifique una subida del 70% en las tarifas de la funeraria, y aseguró que la "drástica reducción en el gasto" está provocada por "la grave crisis financiera que han provocado dos años de gasto electoralista".

IU adjetivó el presupuesto de "derechista, clasista y reaccionario". Su portavoz, Francisco Herrera, criticó el bajón de las inversiones directas de las juntas de distrito, cuyos presidentes quedarán "como conserjes de lujo".