Magic: "Creía que nunca me pasaría a mí"

Magic Johnson tardó tan sólo un día en asumir su nuevo papel de portavoz de los enfermos del sida. Veinticuatro horas después de su retirada inesperada del baloncesto pidió estar presente en el programa de televisión del actor y comediante Arsenio Hall, y abogó por el uso de preservativos y la práctica del sexo seguro. Declaró que nunca fue homosexual y que su caso es una prueba contundente de que el virus puede amenazar a cualquiera. Como siempre, se mostró siempre alegre y sonriente. "No se preocupen por mí", dijo, "porque si me muero mañana mi vida ha sido más grande de lo que uno hubiese podido imaginar".

Vistió a la moda deportiva de Hollywood, con un traje cruzado de seis botones color crema y una camiseta negra. El público lo recibió con una ovación de tres minutos y él habló durante 15. No fueron palabras tristes.Pregunta: Nos llamaste y dijiste que querías estar presente hoy. ¿Por qué?

Respuesta: Creo que está claro cuál es el mensaje que hay que dar. Quiero que todo el mundo reconozca que si has contraído el virus del sida tienes que practicar el sexo seguro y usar preservativos y entender qué es lo que te sucede. Mientras hablaba con los doctores me dijeron que hay más de un millón de personas que han contraído el virus y no lo saben. Esa fue la razón por la que ayer confesé mi condición, porque quiero educar al público. No hay que estar avergonzado o buscar dónde esconderse. Tan sólo tienes que dejar a la gente saber qué ha sucedido. Quiero educar a la gente joven, pero también quiero educar a la comunidad negra porque ha habido en ella un gran aumento del sida.

P. Muchos en la comunidad negra no entienden el sida. Creen que es una cosa de homosexuales, una enfermedad... Dejaré que tú lo expliques.

R. Yo estoy lejos de ser un homosexual. Tú ya sabías eso, y todos los que me conocen lo entienden. Pero ese es el error que todos cometemos, pensar que tan sólo les sucede a los homosexuales. Estamos tan equivocados... Yo era un inocente al creer que nunca me podía pasar a mí. El sida está llegando rápidamente a los heterosexuales y tenemos que estar preparados y practicar un sexo seguro.

¿Por qué yo?

P. Mi padre era un predicador y cuando era pequeño le preguntaba por qué Dios deja que le sucedan cosas malas a la gente buena. Y él intentaba explicármelo. ¿En algún momento te has preguntado 'por qué yo'?

R. Cuando me enteré, pero tan sólo necesité cinco o diez minutos para entender por qué. Dios me puso en este mundo para ser alguien en el baloncesto y creo que he podido terminar con el mito del atleta que sólo tiene músculos. Pueden ver lo que he conseguido y cómo he sacado provecho en mis negocios. No necesito trabajar ni un día de lo que me queda de vida. Mi mujer tiene su porvenir asegurado. Dios ha dicho que ya hemos educado al atleta y le hemos mostrado que también puede tener un cerebro. Y añade: 'Está bien, vamos a educar al público con un tema de actualidad, que es el virus del sida'. No tengo miedo, no estoy deprimido. Aquí estoy. Lo he contraído, pero voy a seguir viviendo. Por eso cuando me vean no hay necesidad de que salgan corriendo. Todavía me pueden abrazar, besarme y me pueden preguntar si estoy tomando mi medicina, si estoy bien de salud y si estoy haciendo ejerciclo. Necesito que ustedes se comporten como son. No se preocupen por mí, porque si me muero mañana mi vida ha sido más grande de lo que uno hubiese podido imaginar. Pedí estar en el programa para estar contigo. Ganas fuerzas al compartir con tus mejores amigos. Tú eres mi colega, tengo mi familia, mis amigos y a mi esposa. Ella ha demostrado tener mucha fuerza.

P. Vamos a hablar de tu mujer, Cookie. ¿Cuándo se lo confesaste, qué sucedió y cómo se siente?

R. No hay duda que fue difícil llegar a casa y decirle: 'He contraído el virus del sida'. Claro que quedó conmocionada. Después le hicieron un reconocimiento y el resultado fue negativo. Eso fue una noticia tremenda. Vamos a tener un bebé, y el hijo está saludable y ella está bien. Todo el mundo está feliz. He perdido de una manera, pero he ganado de otra. También hay que decir a tú mujer: "Cariño me puedes dejar porque entiendo lo duro que va a ser". Reaccionó tan rápidamente que por poco me pega antes de terminar yo de decir la última palabra. Me dijo: "¿De qué hablas?". Se ha quedado a mi lado. Es una mujer fuerte y fui un hombre muy listo al casarme con ella.