Luces y sombras
Siete años después de la aprobación de la Ley de Reforma Universitaria, existe un consenso bastante generalizado sobre sus luces y sus sombras. En el lado positivo de la balanza, las opiniones coinciden en subrayar la reforma estructural de las universidades; el papel nuclear de los departamentos (otra cosa es que sean también bastante generales las críticas sobre las condiciones para su organización y composición); la consolidación de las bases para la reforma de los planes de estudios vigentes y la ampliación del actual catálogo de titulaciones; la autonomía de gestión económica; la vía abierta a la cooperación entre las universidades y las empresas públicas y privadas mediante convenios, así como para la creación de títulos propios.En el lado negativo, la coincidencia también es casi absoluta, puesto que se considera que el sistema de selección y adscripción del profesorado no parece haber mejorado, sino todo lo contrario, la antigua y denostada fórmula de las oposiciones nacionales. Estudios efectuados por el Consejo de Universidades han revelado que, a partir de la implantación del actual sistema de concursos de acceso a la docencia universitaria, se ha reforzado la tendencia a la endogamia, que era justamente lo que inicialmente se quería evitar.
Son comunes las quejas en la comunidad universitaria ante la frecuencia con que las plazas de profesores titulares sacadas a concurso por las universidades responden al perfil nítido y casi exclusivo del candidato de casa, unido a la composición, también a propósito, del tribunal o comité de selección, dada la capacidad que la universidad convocante tiene para designar a dos de los cinco componentes del mismo.
Todo ello ha derivado en una bastante generalizada corriente de opinión favorable a la necesaria revisión del sistema de selección y adscripción del profesorado establecido por la LRU o, dicho lisa y llanamente, a modificar total o parcialmente su título V, relativo al profesorado.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.