Propuesta para reforzar el papel de la CSCE

EL PAÍSConvencida de la necesidad de rellenar el vacío de seguridad existente en Europa tras el desmoronamiento del Pacto de Varsovia, la OTAN ha acordado no sólo instaurar una nueva cooperación con los ex miembros de este bloque, sino proponer un fortalecimiento, de la Conferencia sobre Seguridad y Cooperación en Europa (CSCE) que hasta el momento ha resultado ser bastante ineficaz para hacer frente a las crisis surgidas en el Viejo Continente empezando por la guerra civil yugoslava.

A juzgar por el peso que los 16 miembros de la Alianza Atlántica ejercen en el seno de la CSCE sus sugerencias serán probablemente aceptadas en la cumbre que los líderes de los 38 países integrantes de la Conferencia celebrarán a mediados del año próximo en Helsinki, según opinan fuentes diplomáticas.

Ni este perfeccionamiento de la CSCE ni la creación, aprobada también en la capital italiana, de un consejo de cooperación de la OTAN con los ex miembros del Pacto de Varsovia y las repúblicas bálticas, satisfarán a las democracias huérfanas de Europa del Este preocupadas por su seguridad.

Ingreso a largo plazo

Empieza a abrirse camino la idea de su ingreso a largo plazo en la Alianza Atlántica y ayer el jefe de Estado de la potencia europea más reacia a la ampliación de la OTAN, el presidente francés, François Mitterrand, así lo dio a entender. Su adhesión, dijo, "es imaginable e incluso deseable" aunque, lamentó, "hoy en día aún no estamos listos" para recibirles. Hungría, Checoslovaquia y Polonia desean vincularse estrechamente a la organización defensiva occidental e incluso Rumania ha empezado a dar pasos en esa dirección.

La principal sugerencia de la cumbre atlántica consiste en que el mecanismo de la CSCE para la prevención de conflictos sea mejorado. Los instrumentos a disposición del Centro de Prevención de Conflictos, con sede en Praga, deberían ser reforzados aunque los 16 no especifican cómo.

La declaración de la OTAN sobre la paz y la cooperación -preconiza también que se desarrollen los mecanismos de la CSCE tendentes a salvaguardar, a través de medios pacíficos, los derechos humanos, la democracia y la primacía del derecho, en caso de violación flagrante y persistente por parte de uno de los 38 miembros y aunque el país afectado no de su acuerdo. Se trata de un paso más hacia la injerencia en los asuntos internos de un Estado con tal de forzarle a respetar los principios de la Carta de París aprobada hace un año en la última cumbre de la CSCE.

La Oficina de las Elecciones Libres sería, por último, transformada en Oficina de las Instituciones Democráticas y este cambio. de denominación pone ya de relieve la ampliación de sus cometidos que preconiza la OTAN. Su objetivo consistiría en vigilar el carácter demográfico de los comicios y cooperar en materia de derechos humanos.