El jefe del Gobierno afirma que la salida de guerra del Ejecutivo no es "materia de discusión"
El presidente del Gobierno, Felipe González, manifestó ayer en Roma, sobre la salida de Alfonso Guerra del Gobierno: "Me atengo a la Constitución. Trato de respetarla y de ser bastante riguroso en su aplicación. No creo que sea materia de discusión".La reacción en el aparato del PSOE a las manifestaciones de Alfonso Guerra de anteayer están presididas por la normalidad, en tanto que los partidos de la oposición las sitúan en un episodio más de la lucha interna que creen que vive el PSOE. Miembros de la ejecutiva aseguran que "Alfonso Guerra dice que hay un acoso contra el partido porque se lo cree de verdad, de tal manera que su discurso va en consonancia con otros muchos anteriores". El ex alcalde de Madrid, Juan Barranco, por su parte, apuntaba que no compartía las palabras de Guerra sobre una campaña de tintes macartistas en contra del PSOE.
El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, se instaló en el discurso que utilizó en el acto del jueves inmediatamente después de salir a la luz pública el asunto de su hermano Juan, y convirtió este caso en una operación política de "Ios poderes económicos y algunos medios de comunicación" contra el PSOE, informa Anabel Díez.
Lo ocurrido anteayer en la presentación del libro La segunda renovación. Intrahistoria del PSOE obedece al actual estado de cosas en el seno del PSOE, a juzgar por los asistentes a este acto. Estuvieron la mayoría de los miembros de la ejecutiva y de la dirección del Grupo parlamentario, pero faltaron miembros del Gobierno y personalidades del PSOE que se les sitúa en un llamado sector renovador o aperturista.
La ministra portavoz, Rosa Conde, no quiso hacer comentarios sobre la situación del PSOE. Ayer, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, se limitó a responder que el tema no había sido abordado por el Gabinete. Tampoco quiso interpretar las ausencias de ministros en la presentación del libro.
Entre tanto, en los partidos se sitúa este discurso en lo que creen lucha desatada de poder en el PSOE, aunque hubo cautelas. El secretario general del CDS, Antoni Fernández Teixidó, consideró una "exageración" la comparación de Alfonso Guerra del presunto acoso a su partido con la época de caza de brujas de McCarthy. "Alfonso Guerra creo que es aficionado a los pasajes históricos y, aunque el paralelismo parece excesivo, creo que la persecución es siempre subjetiva, y, si él lo dice, a lo mejor tiene razón". De otro lado, el portavoz del Grupo Popular, Rodrigo Rato, señaló que desde 1990 se da en el PSOE "un intento de sustituirse unos a otros, y aquí entran Guerra, Solchaga, Leguina". Rato señaló que lo grave es que "la lucha por el poder en el PSOE puede dejar sin iniciativa a un Gobierno que ya ha fracasado en sus principales objetivos, por lo que, dada la gravedad de la situación, daría igual que las elecciones fueran ahora o dentro de un año".
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