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La policía derriba por error la puerta de la casa de un matrimonio de ancianos en busca de un 'narco' libanés

Gabriela Cañas

Eran las 6.20 de ayer cuando la policía llamó a la puerta de una casa de un barrio de Madrid en la creencia de que allí podía estar el narcotraficante libanés Abu Faisal. Llevaba una orden de registro del juez Baltasar Garzón. Al ver que nadie abría, los agentes destrozaron la puerta y entraron en tromba derribando a su paso al dueño del piso, un jubilado de Renfe de 77 años. Fue una equivocación. La casa a registrar era la de enfrente. La policía se disculpó y llevó al anciano y a su esposa a una casa de socorro.

Luis Pérez y su mujer, Carmen Aranda, ambos de 77 años, estuvieron ayer casi todo el día soportando el frío que se colaba por el hueco de la puerta de la calle. De ésta sólo quedaba la parte inferior, de un metro de altura. "Una equivocación la tiene cualquiera", decía ayer Luis Pérez, "pero con que hubieran puesto la placa delante de la mirilla yo la habría visto. Creíamos que venían a atracarnos, porque no iban vestidos de policías".Según la versión policial, los agentes del Grupo III de la Brigada Central de Estupefacientes, esperaron sin resultado durante veinte minutos a que abrieran la puerta. Luis Pérez asegura que sólo tardó algo más de lo previsto porque estaba dormido y anda con cierta dificultad. "Me golperon en el pecho y me tiraron contra el sillón. Eran tres o cuatro", explicaba ayer Luis Pérez, que fue guarda jurado en Renfe y comenta lo peligrososo que hubiera sido salir con un arma de fuego.

"Salí a defenderme"

Fuentes policiales aseguran que el anciano les atacó con un palo que terminaba en pincho, cuestión ésta que la hija del matrimonio no quiso precisar ayer por la tarde. El anciano sólo explicó que él había salido "a defenderse" porque creyó que eran delincuentes. El marido de la hija, Manuel Castillo, cuenta que la policía pidió después miles de escusas. "El que parecía el jefe de ellos estuvo después durante una hora hablando conmigo. De verdad parecía muy preocupado por el susto que se habían llevado mis suegros". Castillo examinó detenidamente la orden firmada por el juez Garzón, que portaba la secretaria del juzgado. A pesar de ello, la familia llamó a la policía; por si acaso.

La casa Luis Pérez y su esposa está en el barrio periférico de Villaverde Alto, en un humilde bloque de pisos que será próximamente derribado. Ambos viven en el tercer piso, número 1, desde hace casi cuarenta años. En la orden firmada por el juez figuraba simplemente "tercero izquierda". La vivienda sospechosa era, en realidad, la de enfrente, la puerta número 3. Según pudo saber este periódico, Baltasar Garzón hizo ayer un requerimiento a la policía en términos duros para que comprueben bien los datos antes de pasar a la firma del juez un mandamiento de este tipo y cometer errores como el de ayer.

Fuentes policiales niegan haberse equivocado. "Los policías llevaban una orden de registro para el tercero izquierda y para el tercero derecha", informaron. No obstante, en el tercer piso de este bloque hay cuatro puertas numeradas del 1 al 4 y no se especifica en ningún lado si hay derecha o izquierda.

Según pudieron comprobar Luis Pérez y Carmen Aranda, los policías, en efecto, acudieron después de entrar en su casa al número 3, justo enfrente, donde hicieron alguna detención. Fuentes judiciales confirmaron ayer que en dicha vivienda detuvieron a una mujer, una quinqui de la que la policía sospechaba que podía esconder a Abu Faisal. Esta vecina, a cuya casa acudían yonquis con frecuencia, era conocida en el barrio. "Digo yo que mientras golpeaban mi puerta, bien se pudieron escapar los de ahí enfrente", comentaba Luis Pérez. La puerta de esta mujer detenida estaba intacta.

Abu Faisal es el seudónimo de Mohamed Hassan Solh, un narcotraficante de origen libanés jefe de una importante organización que traficaba con heroína. La policía descubrió el pasado día 22 de octubre (Véase EL PAÍS del 23 de octubre) un laboratorio de heroína en un chalé de Villaviciosa de Odón. En la operación detuvo a seis libaneses y a otros tantos españoles de la organización, pero no consiguió capturar a Abu Faisal. El laboratorio, en el que se transformaba heroína marrón en heroína blanca, es el más importante en su especie hallado hasta ahora en España, según estimaciones policiales.

Cuatro registros

En la búsqueda de Abu Faisal, la policía disponía de hasta cuatro órdenes de registro firmadas por el juez Baltasar Garzón. El resultado fue de dos detenciones, la de la mencionada quinqui de Villaverde Alto y otra.

Baltasar Garzón ha pedido también a la policía un informe detallado sobre lo ocurrido ayer en casa de Luis Pérez y ha hecho un requerimiento al Ministerio del Interior para que pague todos los desperfectos ocasionados en la vivienda.

Los hijos del anciano, matrimonio no eran ayer partidarios de echar leña al fuego. Luis Pérez y su esposa, sin embargo, se mostraban más indignados. Ambos fueron atendidos en el cercano hospital Doce de Octubre después de ser observados en la casa de socorro. Ella, según su yerno, tiene problemas de corazón. El era contundente: "Se han equivocado, sí, pero lo que yo digo es que la policía no puede ir a los sitios a ciegas como ha hecho aquí".

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Sobre la firma

Gabriela Cañas
Llegó a EL PAIS en 1981 y ha sido jefa de Madrid y Sociedad y corresponsal en Bruselas y París. Ha presidido la Agencia EFE entre 2020 y 2023. El periodismo y la igualdad son sus prioridades.

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