El Gobierno israelí da su visto bueno al diálogo bilateral
El Gobierno israelí, en una larga y tensa reunión celebrada bajo, la presidencia del primer ministro, Isaac Shamir, decidió ayer continuar las negociaciones bilaterales sin renunciar a proseguir sus ataques en el sur de Líbano iniciados el viernes.
El ministro de Sanidad, Ehud Olmert, dijo al término de la reunión que no había sorprendido al Gabinete la actitud de Siria al dar plantón ayer por la mañana a sus interlocutores. "Esto no hace más que confirmar que Siria no quiere la paz sino solamente recuperar territorio", dijo antes de añadir que la actitud siria es una provocación insultante.
El mismo portavoz insistió en que el Gabinete israelí está unido detrás del primer ministro -un extremo sumamente dudoso-, y que acepta que la negociación va a ser larga y muy compleja.
"Tendremos mucha paciencia porque no existe una solución simplista a este complejo problema. Creemos que Estados Unidos y la Unión Soviética tendrán que comprender que el calendario de negociación que han impuesto es muy apretado, e insuficiente".
El ministro de Exteriores, David Levy, salió de la reunión con un gesto de contrariedad y subió a su automóvil sin mirar a los periodístas ni responder a las preguntas que se le formularon. El titular de Sanidad no ocultó que las divergencias entre Levy y Shamir persisten, aunque dio a entender que éste no es el mejor momento para desatar una crisis de Gobierno.
En cuanto al lugar del diálogo directo entre las partes, Ehud Olmert reiteró que Israel seguirá presionando para que se desarrolle en Jerusalén y las capitales árabes.
