Escuela de danza
Somos unos padres de alumnos de la escuela de danza que María de Ávila tenía en Madrid. Y decimos tenía, porque este curso no ha podido abrir sus puertas por culpa de los inevitables recursos económicos. En vísperas del tan cacareado Madrid 92, Capital Europea de la Cultura, no podemos entender cómo los responsables de aquélla -la ciudad- o de ésta -la ministeriada cultura- asisten impávidos al cierre de la más prestigiosa escuela de danza del país, de donde han salido la mayoría de los bailarines españoles mundialmente famosos-
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