La expresión de Riccardo Muti
Ciclo Orquestas del Mundo
Orquesta Filarmónica de la Scala de Milán. Director: R. Muti. Obras de Chaikovski, Stravinski y Beethoven. Auditorio Nacional. Madrid. 27 de octubre.La Orquesta Filarmónica de la Scala de Milán, que con Riccardo Muti a su frente nos visitó el domingo, traída por Ibermúsica, es un conjunto excelente, sobre todo por su flexibilidad. El cultivo constante del género operístico y el sinfónico le otorga un aliento expresivo muy particular que se combina con el extraordinario brillo de unos arcos plenamente latinos que, en manos de un maestro germano, pueden sonar de muy distinta forma.
Es sabido que Riccardo Muti (Nápoles, 1941) es una de las grandes batutas de su generación. Su estilo es fuertemente comunicativo gracias a la fortaleza de su impulso vital, lo que quedó bien claro en su esplendorosa interpretación de la Quinta sinfonía de Beethoven.
A veces nos dio la sensación de que Muti piensa su versión un poco desde fuera, más atento a la fuerte belleza de la fachada que a los elementos de sustentación interna. No en vano se trata de un maestro superior en el género teatral y por ello atiende instintivamente a la acción dramática. Es un modo de mirar las cosas, y el interés del concierto vivo es precisamente el de poder contrastar lo distintos puntos de vista.
¿Qué decir de la narración sinfónica que sobre Romeo y Julieta trazó Chaikovski? Allí no sólo los personajes, también la trama y la acción como movimiento se alzan ante nosotros desde las grandes potencias y las apasionantes violinadas para replegarse en esos grandes espacios de intimidad que caracterizan en Chaikosvki el polo contrario de la exasperación lírica. Una versión absolutamente ejemplar.
El beso del hada, de Stravinski es un ejemplo magnífico de hasta dónde puede llegar la inventiva cuando existe verdadero genio, aun tomando como tema o mito músicas, estilos y pensamientos ajenos. Stravinski hace suyo cuanto toca, y han sido muy escasos los que han salido con bien al seguir su neoclasicismo o su neorromanticismo. Muti hizo a la perfección una síntesis de la música, danza, gesto y pintura que condensan los distintos fragmentos de Stravinski, un autor poco programado con todo y tratarse del gran clásico musical del siglo XX. Ante las constantes ovaciones, Riccardo Muti y la orquesta regalaron unas apabullantes Vísperas sicilianas. -
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