Entre el símbolo y la ilusión
Los pronósticos de evolución de tipos a medio y largo plazo presagian ciclón monetario. El endurecimiento del mercado monetario contrae automáticamente las venas de la inversión. Adquirir acciones en estas condiciones es más un símbolo que una ilusión de rentabilidad futura."No vendemos relojes para mantener a la gente pendiente de la hora, sino para satisfacer las necesidades de una cierta clase", afirmaba Dominique Perrin, presidente de Cartier. Algo parecido ocurre con algunos títulos de grandes sociedades, calificadas por las firmas de rating como empresas de gran solvencia patrimonial e inmejorables previsiones en la obtención de beneficios, pero escasamente prometedoras para el inversor sometido al imperativo de la rentabilidad promedio.
Además, el corto plazo no se alimenta de la liquidez en el sentido estricto, puesto que los cambios de mano -sea de importantes paquetes o de transacciones de menor volumen- se siguen produciendo aunque sin alteración sustancial de los precios. De este modo, el mercado mantiene su movimiento, pero no estimula apenas la actividad de las carteras.
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