CC OO y UGT califican la ley de seguridad de antisindical y represora

Las centrales sindicales Comisiones Obreras (CC OO) y UGT consideran que la ley de seguridad ciudadana, cuyo debate se inicia hoy en el Congreso, conculca derechos fundamentales individuales y colectivos y es claramente una ley antisindical. En ese sentido se pronunciaron ayer el secretario de acción sindical de CC OO, Agustín Moreno, y el secretario de acción institucional de UGT, Emilio Castro.

El primero precisó: "Es una ley para meter en cintura a los sindicatos y reprimir la protesta social". Moreno calificó el proyecto de "ley González de inseguridad ciudadana", porque, según dijo, es contrario en su texto e intenciones a lo que dice perseguir. El dirigente de CC OO insistió en que no es una ley antidroga, como pretende el ministro Corcuera, "sino una ley antisindical y un remedo de ley antihuelga". El proyecto es un intento de criminalizar la acción sindical en materia de manifestaciones y huelgas con multas ejecutivas de hasta 100 millones de pesetas, sin que para ello se requiera más prueba que el informe del agente de la autoridad e turno, ya que la ley les otorga presunción de certeza.De aprobarse el proyecto se consagrará un estado de excepción permanente en España, que precisamente es un estado bajo sospecha en las Naciones Unidas en materia de libertades.

En opinión de Agustín Moreno, la ley tiene una clara intención electoral, y se enmarca dentro del deslizamiento al autoritarismo y conservadurismo por parte del Gobierno de González. "Tiende a tranquilizar a los que mejor viven en este país", puntualizó Castro.

El dirigente de UGT señaló que el Gobierno quiere "hacer de España un escaparate Ficticio, de cara al 92, en dofide se venda tranquilidad, tranquilidad a la fuerza, que nos recuerda a otras épocas, cuando estábamos en contra de esa tranquilidad". Castro afirmó que es una ley hecha desde la obsesión y no desde la reflexión, desde la obsesión por controlar y acogotar a los ciudadanos.

Ambos dirigentes explicaron que han pedido la devolución del proyecto al Gobierno por el tratamiento que da a los derechos de reunión, manifestación y huelga. También expusieron que la ley es innecesaria, puesto que no llena ningún vacío legal y que instaura "una política de gendarmería y a mandoble limpio".

Igualmente indicaron que la ley no sólo va a afectar a los sindicatos, sino a todos los ciudadanos, porque ya nadie va a poder protestar para que le pongan un semáforo en un cruce donde han muerto cinco niños sin exponerse a que le pongan multas de hasta 100 millones.

"Es una ley tosca, como el propio ministro que se ha hecho responsable de ella", concluyó Moreno, quien también comparó el término "instar" a acompañar a comisaría que figura en la ley con el calificativo de invitados que daba Sadam Husein a los rehenes occidentales. También criticaron la ambigüedad de los términos que aparecen en la ley.