Nombrado nuevo presidente de Haití el juez más antiguo de la Corte Suprema
ENVIADO ESPECIALUn grupo de poco más de dos docenas de parlamentarios, constituido en comisión interpartidaria de crisis, nombró ayer como nuevo presidente interino a Justice Nerette, el juez de rnayor antigüedad de la Corte Suprema. El anuncio lo hizo el vicepresidente del Senado, Robert Monde, a través de la televisión controlada por el Ejército, explicando que "alarmados por el vacío de poder que impera en el país la situación no podía prolongarse por más tiempo", en lo que no es más que una especie de chapuza constitucional para legalizar el golpe de Estado que el pasado 30 de septiembre derrocó al presidente electo de Haití, Jean Bertrand Aristide.
Los parlamentarios han aplicado el artículo 149 de la Constitución vigente, que prevé la designación de un juez como presidente provisional y la convocatoria de nuevas elecciones generales en un plazo de 90 días.
Los militares insisten en su respeto por la Constitución y legitiman su intervención precisamente con el argumento de que Aristide la violó repetidas veces, y lo califican de dictador que ultrajó a las cámaras legislativas.
En un comunicado del Secretariado de Estado Mayor de las Fuerzas Armadas, se asegura que "'no ambicionan el poder y mantienen su respeto al espíritu y la letra de la Contitución".
A lo largo del domingo, la televisión nacional interumpió con frecuencia sus programas para leer un texto en el que primero se agradecía a la población la ayuda prestada a las patrullas con alimentos o combustible cuando lo necesitaban y el facilitar informaciones para seguir la "pista de algunos bandidos".
A través de la televisión se anunció que serían devueltos los vehículos requisados con ocasión de los acontecimientos del 30 de septiembre debido a la precariedad de medios de la policía y las fuerzas armadas. Los vehículos "serán devueltos a sus propietarios tan pronto como se restablezca el orden social".
La televisión justificaba el golpe militar detallando una lista de violaciones a la Constitución cometidas por Aristide: desde nombramiento de presidente de la Corte de Casación (equivalente al Tribunal Supremo) y embajadores, sin la necesaria venia del Senado, a llamamientos "a las masas populares para atacar a los ricos y a los que comen".
